Xcanatun está a unos 10 minutos del centro de Mérida, rumbo a Puerto Progreso, y ahí se encuentra el Hotel Boutique Hacienda Xcanatun, de cuya historia les conté hace algún tiempo en el post Hacienda Xcanatun… para soñar
Luego de año y medio de aquella visita, regresé con más tiempo para disfrutar de su belleza, sus servicios, su comida e incomparable tranquilidad. Creanme que no es exagerar si les digo que Hacienda Xcanatun es uno de los hoteles más hermosos de México.
Llegamos a Xcanatun y vaya, hace tanto tiempo que estuve ahí y sus instalaciones permanecen impecables. El recibimiento, atento y amable como siempre y en tan sólo unos minutos ya estábamos gozando de la paz y confort de una de sus muy amplias suites.
La suite Ana fue donde estuvimos encantados por varias noches, conformada por una estancia muy amplia, recámara y baño enorme… amo esos baños que se llenan de luz natural cada mañana, sus amenidades orgánicas y artesanales, sus grandes tinas y en general su estilo y decoración.
Antes de dejar Yucatán regresamos por una noche y entonces estuvimos en la suite Cristina, que también tiene estancia, habitación con dos camas, una terraza privada con hamaca y baño a-do-ra-ble!
La hacienda se presta para recorrerse y descubrir sus rincones y vestigios, e imaginarla en otros tiempos, allá por el siglo XVIII cuando vivió su primera etapa de esplendor, porque estoy segura que la segunda es la presente.
Solía ser una hacienda henequenera como muchas otras de la región por aquellos tiempos, luego quedó prácticamente destruida y finalmente fue adquirida para ser reconstruida y convertirla en el hotel boutique que es hoy.
No sé su extensión precisa, pero es enorme y cuenta con 18 suites que van de grandes a MUY grandes, dos albercas, áreas y espacios donde seguramente las bodas lucen maravillosamente, un spa delicioso y su restaurante Casa de Piedra, que ha sido reconocido con cuatro diamantes en los últimos años.
Además de lo bella, quieta y confortable que pueda ser Xcanatun resalta por sus detalles, desde los acabados en la edificación, hasta el servicio y la fina decoración. Los muebles son todos encantadores y transportan al visitante a otra época, pero guardando siempre las comodidades de la actualidad.
Un dato curioso es que me contaron que la hacienda fue reconstruida usando las técnicas de las zonas arqueológicas, numerando cada pieza y colocándola en su sitio original. Todo ese trabajo tomó 5 años y el resultado que hoy podemos ver en cada rincón deja claro que todo se realizo con esmero.
Y si de servicio hablamos, todos amables y atentos, todo delicioso y algo que me encanta es que cada noche se hace la cortesía de dejar la cama lista para dormir, la luz baja y una galleta que endulza el paladar durante la lectura acostumbrada.
Cada amancer los pájaros revolotean, alegran la mañana y el fresco de tanta vegetación se hace sentir y se agradece ante las altas temperaturas yucatecas todo el año.
En fin, creo que les ha quedado claro que Hacienda Xcanatun es uno de mis hoteles favoritos.
Más información: www.xcanatun.com