Dos jornadas bien distintas e imposibles de pormenorizar, que tuvieron como maestro de ceremonias al presidente del Orfeón Eustaquio Álvarez Hevia, proyectándose un breve montaje en homenaje a la minería que sirve de nexo a los pueblos de donde vienen los distintos coros, y guardando un minuto de silencio por los coralistas fallecidos.
Como la flor (Eduardo Martínez Torner), hermosa canción asturiana que sigue presente con el paso de los años en los distintos coros de mi tierra, el son cubano Las cuatro palomas (I. Piñeiro) con un acertado acompañamiento de cajón peruano, la popular mexicana Borrachita, buscando arreglos y repertorios que dinamicen el mundo coral, como un buen arreglo del famoso bolero Piel canela (Bobby Capo) también con la percusión del mal llamado cajón flamenco que resultó de lo mejor, la poco agradecida Dime paxarín parleru (Ángel Émbil) algo "destemplada" que siempre pone a prueba formaciones, solistas y directores, cerrando intervención la canción africana popularizada por el cine The Lions Sleeps Tonight nuevamente con cajón más abundantes efectos vocales emulando la fauna y sonoridad de la selva realmente conseguidos que salvó una actuación discreta.