El autor narra las andanzas de distintos personajes en este postapocalipsis, el ambiente es angustioso y al menos con las dos primeras historias(mis preferidas) llegas a sentir cierto desasosiego ante lo narrado. Las historias de estos personaje no tienen nada en común pero hacia el final de la novela confluyen para desencadenar un final ciertamente inesperado.
La novela es entretenida y se lee del tirón. Da la impresión que lo que el autor esconde tras esta narración postapocalíptica es una critica a la indiferencia ante el sufrimiento y los problemas ajenos.
La pega que se le puede poner es que no resulta muy creíble el porque se desencadena esa apocalipsis, no obstante, la causa de la misma pasa a un segundo plano ya que las andanzas de los personajes y como vivieron “el fin del mundo” es lo que te mantiene inexorablemente pegado a las páginas.
Ismael Pérez Fernández.