XXVII Media Maratón Ciudad de Málaga

Por Juan Andrés Camacho Fernández @CorredorErrante

Mi trigésimocuarta media maratón de asfalto oficial, quinta en la capital, ponía fin a una semana donde, si todo iba bien, acabaría con más de 130 km en las piernas; he bajado dos puestos en la lista del Spartathlon, es ahora o nunca.

La mañana se presentaba fría, más de lo habitual a esas horas debido al cambio de hora, pero ya estaba yo enfundado en mis calzonas, "armado" con las Simna 3 una vez más.


Como llegamos temprano pudimos aparcar en el descampado cercano al Martín Carpena, donde nos encontramos las primeras cara conocidas.

Compañeros del Torremolinos, con quien llegamos casi a la par

Mientras saludábamos y desear suerte a compañeros de todos los rincones, como los representantes del Club Atletismo Pontanés Amigos del Canal, o Chemari, del Trail Running Melilla, los compañeros del Club Atletismo Fuengirola nos fuimos organizando.

Una pequeña parte de la comitiva de hoy

Mientras iban llegando sentí la llamada de la naturaleza, así que, armado con papel de combate, que inteligentemente había guardado en la mochila, me dirigí a un descampado cercano.

Se me quedaron los dedos helados con la humedad de las plantas y entumecidos, pero como ya comenzaba a salir el sol y nos habían indicado que podíamos ir accediendo a la zona de salida, me di un par de carreras y me metí en el cajón, intentando recuperar la sensibilidad en manos y pies.

Este año decidí no federarme ni en asfalto ni en montaña, así que entré al segundo cajón, me coloqué en la zona delantera y esperé la salida saludando a compañeros con los que hacía bastante que no coincidía.

Cuando retiraron las vallas y nos acercamos me encontré casi de frente con Ángel Accino, un crack de la montaña que pese a venir reservón por tener la semana que viene la Pinsapo Trail sabía que daría guerra; otro crack que tenía cerca era Ángel, del WITL? al que intentaría pegarme en la salida.

Tras un emotivo minuto de silencio en memoria de Pablo Ráez y un par de minutos de cortesía por los posibles despistados debido al cambio de hora, comenzó la prueba.


No recordaba una salida tan lenta en mucho tiempo, no estaba excesivamente atrás, pero estábamos muy apretujados y me llevé varios codazos, pisotones y empujones en un primer kilómetro muy accidentado, en el que incluso una corredora me agarró de un hombro y me echó hacia atrás para adelantarme (del Leganés, si mal no recuerdo).

Vale que hace mucho que no participo en una prueba tan multitudinaria y que en otras ocasiones he podido salir desde más adelante, pero la "agresividad" de otros corredores por echar a correr desde el primer segundo sin importar que hubiese otros alrededor me pareció excesiva.

Bajando tras subir sobre el puente que cruza la MA-20 se formó un claro en la zona de la acera, donde aproveché para meter velocidad y comenzar a subir el ritmo.

El primer kilómetro me salió a 4:20, con diferencia el que sería más lento de toda la media y aunque aun no tenía el espacio suficiente como para correr cómodo, decidí colocarme en la zona exterior de la rotonda, muy abierto, sin dejar de acelerar para ir cogiendo los huecos libres.

El segundo km ya sí pude empezar a correr con comodidad; fui animando a los corredores conocidos (Corral, uno de los mejores corredores de Fuengirola, Paco, del Espiel, Adrián y Antonio, de La Senda...) y manteniendo el ritmo, acabando el segundo kilómetro en 3:40.

Empezando a correr de verdad


Paso por meta a la vuelta tras los primeros km

Ahí decidí olvidarme del cronómetro y seguir las sensaciones, mientras uno a uno, iba dando caza a los grupos de corredores que comenzaban a formarse por Calle Pacífico.

Lo "bueno" de salir desde atrás y con un primer kilómetro tan lento es que manteniendo el ritmo iba pasando corredores continuamente y los primeros kilómetros se me pasaron volando, casi sin darme cuenta.

A lo lejos distinguí a un corredor del Todos A Correr Fuengirola (Rafa, si mal no recuerdo), al que decidí dar caza y preguntar por León, realizando el primer cambio de ritmo de la carrera y la prueba fue fenomenal.

Tardé cosa de un par de minutos en ponerme a su altura, ya llegando al Paseo de los Curas y sin demasiado esfuerzo, momento en el que, para mi sorpresa, comenzó a adelantarme un corredor desde atrás.

La sorpresa fue doble, León no había acudido a la cita y el corredor había pasado totalmente sobrado a mi lado y ya iba camino de coger al siguiente grupo.

En ese momento nos cruzamos con la cabeza de carrera, disfrutando fugazmente del pulso que echaban Cristóbal Ortigosa y Mario, con el primero ganando ventaja.

Subimos hacia el Muelle Uno, giramos en la Malagueta, como el año pasado (el recorrido ha sido el mismo) y cogí el segundo vaso de agua, pese a que tenía bastantes ganas de orinar.

Casi sin darme cuenta estaba en el Paseo de los Curas de nuevo, en el sentido contrario y recordé con nostalgia y tristeza esas horas previas a la salida del VII Maratón de Málaga que nunca llegó a darse por culpa de la tormenta que se cebó con la ciudad en diciembre...

Me quedé ensimismado, "despertando" al ver que otros corredores se ponían a mi par, por lo que decidí dar un nuevo "tirón" y apretar el ritmo, espoleado por los gritos de apoyo de otros corredores que pasaban en dirección al Muelle 1.

Entré en la zona de Calle Molina Lario a la par con un corredor veterano, cauteloso, pues no han sido pocos los resbalones que he sufrido corriendo por esa zona, sobre todo con huaraches... y que hoy se repitieron, casi yéndome al suelo al girar en el kiosco de la esquina de la catedral, aunque pude recomponerme sobre la marcha.

Con la adrenalina del susto inundando mi cuerpo decidí aprovechar para acelerar en Calle Alcazabilla, dejando atrás un grupo muy apañado que se estaba formando.

Iba cómodo con ellos, demasiado, así que había que sufrir más, que ya quedaba menos de la mitad de la prueba y tenía de nuevo a tiro corredores conocidos.

Tras la estela de un par de corredores del Real Club Mediterráneo me coloqué, adelantando a algunos corredores esparcidos (quedaban pocos grupos ya en estas alturas de carrera).

En el avituallamiento pasé de largo, ya que sentía la vejiga a punto de estallar y me centré en una camiseta de los Bichos Runner que llevaba a pocos metros.

Al girar en el puente sobre el Guadalmedina pude leer el nombre, "Mr Gacela", al cual alcancé en el paso de cebra tras El Corte Inglés y me pidió que lo sacase en la crónica (espero que te fuese fenomenal crack).

Me notaba aun muy cómodo con el ritmo, pese a afrontar ahora pendiente, así que subí un puntito el ritmo y me dejé caer en la bajada del Puente de Las Américas.

Pasé a buen ritmo por la Avenida de la Aurora y divisé al segundo de los corredores que me había adelantado tras la salida; sabía que dentro de poco empezaría la bajada, así que me dispuse alcanzarlo... y tras él, uno a uno, a todos los corredores que pudiese hasta llegar a meta.

Sinceramente se me había pasado el tiempo volando y casi ni me había dado cuenta de que estábamos ya en el kilómetro 17... y como dice mi padre, si eso es así, es que no me estaba esforzando lo suficiente.

Me había dado cuenta tarde, pero intentaría subir el ritmo en los kilómetros que me quedaban hasta llegar a meta...

En la bajada hacia Calle Pacífico alcancé finalmente a la pareja de corredores que llevaba ya varios km siguiendo (llevaban un ritmo muy bueno y constante), que de hecho, me conocían, así como algunos corredores sueltos.

Al llegar de nuevo a la costa me vi muy lejano de un grupo en el que se distinguía una figura elevada sobre el resto a lo lejos... ¡seguro que era Ángel!

Su grupo estaba a duras penas al alcance de la vista, por no decir de las piernas, pero me propuse al menos alcanzar a uno de los corredores que fuese cayendo del grupo (porque seguro que alguna caería) por cada uno de los kilómetros que me quedasen hasta llegar a meta.

Y así fue, primero cayó un corredor con una camiseta que parecía del Torremolinos (pero era de otro club), después otro par de corredores que no conocía, posteriormente un corredor del Nerja y por último Fernando López Sevilla, del Torremolinos, que estaba haciéndose un carrerón.

¡Últimos metros! instantánea de Frank de los Ríos

Ya tenía al corredor al alcance de la vista (era, en efecto, Ángel), pero ya si que no me daban las piernas para alcanzar a nadie y visto el ritmo que llevaba era poco probable que nadie me alcanzase por detrás, así que puse el piloto automático y entré por meta cuando el reloj marcaba 1:21.

Me supo un poco a decepción en el primer momento porque pensaba que tenía la MMP en las piernas, pero claro, entran en juego 4 factores fundamentales:

1-No estaba bien situado en la salida y el primer kilómetro me ralentizó muchísimo

2-No tenía un plan en carrera ni prestaba atención al GPS, fui corriendo por sensaciones.

3-Eché mucho en falta tener a un grupo (o al menos, un corredor) con idea de hacer marca similar para ir tirando juntos.

4-Estoy entrenando para una carrera de 246 kilómetros, no puedo tener fondo para estar 30 horas largas corriendo a ritmo machacón y chispa para estar rápido en pruebas "cortas".

Mientras esos pensamientos pasaban a mi mente a toda velocidad fui saludando a los compañeros que habían entrado a meta poco antes y después que yo, esperé mi medalla finisher y me dirigí a por algo para beber y comer.

Me encontré a varios corredores, mi tocayo "Spiderman", hoy de incógnito, más fuerte que el vinagre tras su paso por Lanzarote pero que había sufrido durante la carrera (y aun así fue tercero en su categoría), Rubén Lirio, que consiguió la hora 15, Fran Cantos, que debutaba en Media y se lleva para casa 1h23, Ángel Accino, que se llevó de calle la sub hora 20'...

Tras un rato charlando con ellos y muchos otros me dirigí hacia el exterior del estadio, donde se supone que me esperaban mis padres, pero como intuía, no era así; ¡muchas gracias a la mujer extranjera que me dejó su móvil para llamarlos!

Nos reencontramos y nos colocamos en las gradas para esperar a todos los compañeros del Club Atletismo Fuengirola, disfrutando ahora de unas temperaturas estivales y del espectáculo del deporte en Málaga.

A la espera del tiempo oficial, mi GPS registró 1:21:30, pero con un pulso promedio de tan solo 170 ppm cuando en la II Carrera del Circuito de Fuengirola promedié 180, al igual que en la II Carrera Litoral.

Os dejo la comparativa de este año, saliendo en primera línea y sufriendo más de la cuenta con mi actuación en este año, saliendo más atrás pero sin llegar al nivel de esfuerzo óptimo que podría haber alcanzado:


2016, 1:20:59 con salida rápida, ritmo medio 3:48 y 174 ppm


2017, 1:21:30 con salida lenta (y traspiés a media carrera), ritmo medio 3:49 y 170 ppm

Moraleja: para conseguir hay que sufrir y si bien no estoy en un momento en que me preocupe mejorar mis tiempos en pruebas "cortas" ahora que analizo la prueba me da coraje ver que podría haber dado mucho más.

En cualquier caso, la experiencia ha sido fenomenal, me voy a ir despidiendo con mi análisis de lo mejor y peor de la prueba, ¡nos vemos la semana que viene con los 10k de los Paquiros!

Lo mejor
-Pese al fresco en los primeros compases, el día ha acompañado al 100%, el viento apenas ha molestado, la temperatura en carrera ha sido ideal y el día casi veraniego.

-Me han gustado mucho los avituallamientos este año (y eso que en las medias de Málaga son difíciles de mejorar), muy largos y bien provistos de vituallas y voluntarios, con varios contenedores separados entre sí para que no hubiese excusa para lanzar la botella al suelo.

-Supongo que también habremos llegado más temprano, pero este año hemos aparcado a la primera y no hemos tenido problema para salir una vez que decidimos volver a casa, punto débil del año pasado que queda mejorado.A mejorar


-El primer aspecto a mejorar depende más de nosotros, los corredores que de la organización; ha sido el "asalto" al primer cajón antes de la retirada de las vallas por parte de algunos corredores que, accediendo desde la mediana o directamente por la entrada, se han ido colocando en él antes de tiempo cuando no les correspondía; yo estaba en 1ª/2ª línea de salida del segundo cajón y tan solo ha habido un corredor que me haya adelantado y no haya alcanzado después, no entiendo esas prisas para salir el primero y luego ser adelantado por un cuarto de los corredores...

-En segundo lugar, recordando un detalle del año pasado, la zona de la catedral ha vuelto a estar mojada (y no hay avituallamiento cerca), si se riega habitualmente, el día de la carrera podría obviarse, ya que es una zona de umbría donde el agua no se seca y más de uno seguro (y yo el primero) se han resbalado en esa zona, de firme ya de por sí liso y resbaladizo.

-Para finalizar, ya que no se me ocurre otro aspecto reseñable, creo que la promoción del "Black Friday" no fue justa con los "Early Birds", ya que hubo corredores que pagaron menos por su haciéndolo más tarde que los primeros inscritos.