El estadio Do Dragão del Oporto espera al equipo que pasea a la ciudad de Sevilla por Europa en su competición natural, en esa que obtuvo el cetro de la gloria en dos ocasiones permitiendo que la ciudad de la Giralda viese con sus propios ojos la plata de esa joya sin asas porque se diseñó para abrazarla, esa Copa que incluso la hicimos llegar surcando las aguas del Guadalquivir. Eso sí que es rendirle tributo. Un estadio que no nos es desconocido, y en el que ya jugamos en una ocasión en nuestros periplos continentales habituales.
Cuatro de los ocho equipos que quedan en cuartos de final de la Europe League han sido campeones del torneo acumulando entre esos cuatro hasta ocho títulos (dos el Sevilla F.C.), lo que da una idea de la calidad de los contendientes. El Sevilla FC ha tenido suerte en los cruces hasta ahora y dos de los equipos con los que ha tenido que lidiar han sido colistas en sus respectivas ligas, pero ha llegado el momento de la verdad, se acabaron las tonterías, y ahora comienza la competición con equipos de verdad, con los que tienen dinero contante y sonante que hacen que se obtengan buenos jugadores y se puedan ganar trofeos. A más trofeos, o mientras más lejos se llegue en las competiciones, más dinero y más calidad en sus filas. Todavía hay algún personaje en la inopia que no se ha dado cuenta de esto y diserta sobre el dinero y la competición.
Por otro lado se aumenta la consecución de puntos UEFA para el ranking, lo que nos dará la temporada que viene, en caso de conseguir entrar en competición continental, mejor posicionamiento en los bombos.
Será el momento de evaluar el estado del equipo y comprobar que puede responder al motivo para lo que fue formado esta temporada, cambiando prácticamente todos los efectivos.
En cualquier caso, pase lo que pase, el Sevilla FC habrá recibido –por el motivo que hemos esgrimido antes- una buena inyección económica por ganar al último equipo en la competición previa hasta octavos de final.
Con la muy complicada posibilidad de llegar a puestos Champions, la Europe League está al alcance de la mano de cara a la próxima temporada con un buen colchón de puntos por si las cosas se tuercen en los partidos que quedan, y es muy posible que el año próximo continuemos en Europa.
Nada nuevo bajo el sol.