En unos test rutinarios se descubrió que podían romperse fácilmente durante las relaciones sexuales, o incluso que tenían agujeros. Sin embargo, los preservativos defectuosos (estaban además mal lubricados) ya habían comenzado a ser distribuidos por algunos centros de salud sexual del país, pese a no disponer de los controles de calidad previos.
La investigación de las autoridades de Ghana indica que los condones defectuosos habrían sido importados desde China a través de una intermediaria india. Aunque ninguno ha querido hacer declaraciones al diario 'The Guardian', que se hace eco de la preocupación del gobierno ghanés.
Si en buenas condiciones la eficacia del preservativo para prevenir el sida está en torno al 80%, ¿qué van a decir ahora las autoridades?, ¿seguirán insistiendo en que es el método más seguro de prevención de las ITS? Quizás sea el momento de cambiar de chip y reconociendo la eficacia limitada del preservativo, difundir el mensaje de que la abstienencia y la fidelidad a una pareja sana son las formas más seguras de prevenir la pandemia del sida y de otras ITS.