¿Qué ha sido de las fiestas de cumpleaños en casa, con sandwiches de nocilla, ganchitos de aquellos de color naranja y botellas de fanta de 2 litros?
¿Las casas antes eran más grandes, con más espacio para jugar? ¿Los niños eran más tranquilos y se sentaban a jugar al parchís sin dar ni una voz? ¿ O los padres eran más desdolidos con su pertenencias, sin miedo a que les macharan el sofá?
No lo sé. El caso es que ahora los cumpleaños raramente se celebran en casa. Al parque de bolas todos. Permitidme generalizar.Y a comprar un regalo. Si el asunto de las bolsas de golosinas ya me pareció desproporcionado, qué os voya a decir de los regalos de cumpleaños…
Lo malo es que, si bien en lo referente a las bolsas de golosinas aún he mantenido la cordura y no he entrado “al tapo”, con los regalos me he metido en la bola y dejado arrollar por ella. Si hay que poner tantos euros para el reglo, no voy a ser yo quien diga que con menos es suficiente…aunque me parezca pelín excesivo lo que ponemos. Que todo es relativo, que no supone nada para la economía familiar ( al menos de momento, que no nos invitan a muchos cumples).Pero oye, que se trata de tener un detalle con el niño, de que lo celebren juntos y lo pasen bien, no de regalar más que los mismísimos Reyes Magos. Juntándonos varios para el regalo, cuentas con tanto dinero que no sabes en qué gastarlo, y allí te ves en la juguetería cogiendo cosas por el hecho de coger, para llegar a gastar el presupuesto. Mal ejemplo.En fin, que se abre un nuevo mundo de posibilidades ante nosotros. Entramos en la década de los cumpleaños. Y esto es como las bodas, ya sabes, a cuantos más invites, más te invitarán luego a ti…De momento la cifra la controlamos. Pero el parque de bolas está adjudicado. Y para qué nos vamos a engañar, sus ventajas tiene: te lo dan todo hecho y cuando termina la fiesta no tienes que recoger, y además de eso, los niños se lo pasan fenomenal, que es de lo que se trata en definitiva. Me encantaría organizar un cumpleaños genial en casa, lleno de detalles caseros, manualidades, adornos y demás. Una trendy mother de la escuela del Gremlin en toda regla. Pero no tengo ni el espacio ni el tiempo. Así que al parque de bolas. Ya sabes, nunca digas de este agua no beberé.