¿Y ahora qué? (I)

Publicado el 20 mayo 2011 por Iagovar
Bien, ya hemos salido a la calle. Ya sabemos que no estamos solos, que somos muchos y que estamos concienciados, pero a parte de nuestra rabia ¿qué hacemos ahora? Aquí va un resumen sobre lo que pienso que se ha dicho y propuesto estos días. Podéis compartirlo o no, evidentemente, pero he intentado que sea razonable, tanto en tiempo como en forma, y accesible, es decir, lo menos utópico posible.
Estas entradas son sobre propuestas nacionales, no internacionales, por lo tanto excluyo: Tasa Tobin, Paraísos fiscales, etc. Muchas propuestas financieras requieren un consenso internacional, de lo contrario serían inútiles. Lo desarrollaré a parte.

Desde los diferentes colectivos e individuos que pueblan ahora mismo nuestras calles se escuchan muchas propuestas. En las que se refieren al voto unos hablan de abstención, otros hablan de votar nulo, y los últimos de votar a otros partidos, propuesta con la que yo estoy de acuerdo.
¿Significa votar a otros partidos votar a IU o a UPyD? Sí y no. Lo que tiene que cambiar en este país es la mentalidad. Tienes que votar a IU o UPyD si sus propuestas te convencen. Lo que hasta ahora hemos llamado voto útil no es más que una artimaña para presionar al electorado a través del miedo, y claro está que no nos ha dado muy buen resultado.
Es necesario recalcar que existen más partidos que PP, PSOE, IU y UPyD, y no hablo de partidos nacionalistas, sino a nivel estatal, el problema es que no se les da publicidad, pero los hay, y muchos de ellos tienen propuestas elaboradas e interesantes.
Entonces ¿Qué partidos son esos?
Ahora mismo nos enfrentamos a las municipales/autonómicas, no puedo hacer una recopilación de todos los partidos para todas las comunidades. Sin embargo sé que muchos de vosotros sois activos internautas, y os animo a hacer una recopilación con links a la web, propuestas, noticias suyas en Google News, Menéame u otros agregadores (las noticias son útiles para tantearlos) y sus propuestas, de las comunidades autónomas que os corresponda. Lo importante es tener un lugar de referencia donde consultar estos datos de forma accesible, para que cualquier ciudadano pueda informarse. Se podría hacer, por ejemplo, en la wiki de #nolesvotes. Creo que es un espacio adecuado para ello.
Vale pero... ¿Cómo sabemos qué partidos se presentan?
Aunque en la Wikipedia hay alguna información, y existe alguna web al respecto, la información suele estar incompleta. O faltan datos o circunscripciones (la mayoría de las veces), por lo que al final hay que acudir a esta página del ministerio del interior (municipales) para conocer al detalle todas las candidaturas.
Os aviso, al pinchar en vuestra comunidad os bajaréis un PDF en formato boletín que es un auténtico coñazo. Poco útil para informarse con rapidez, la verdad es que en el ministerio se lo podrían haber currado un poquito interactivo, pero me parece que ese papel nos va a tocar a nosotros.
Ahora que ya tenéis el PDF de vuesta comunidad, lo que toca es bucear en él para sacar las candidaturas que se presentan y trabajar para que la gente se entere de que existen y de qué van.
Es muy importante que nos esforcemos en elaborar esta información. Lo que estamos viendo en España no se puede quedar sólo en un cabreo.
Si queréis conocer todos los partidos registrados en España este es el registro de partidos políticos.
¿Esto es todo? ¿Votar a otros partidos?
No. Evidentemente, no. Aunque el detonante de las protestas es la indignación por la corrupción y la falta de capacidad de los gobiernos, tanto el central como los autonómicos (grandes olvidados cuando decimos "el gobierno", pues las autonomías también gobiernan y tienen muchas de las competencias que más nos afectan), tenemos que tener la madurez de saber hacer una autocrítica. Nosotros también tenemos nuestra parte de culpa.
Hay que abandonar el laissez faire que nos caracteriza. Con nuestra pasividad, hemos permitido que la política llegue a las cotas de corrupción y degradación en las que nos encontramos. Si es necesario que lleguemos a cinco millones de parados para salir a la calle, es que, a parte de los políticos, nosotros también tenemos un problema. Tenemos que admitirlo, que digerirlo, tenemos que reflexionar sobre ello. ¡¡Nosotros hemos permitido que se llegue a esta situación!!
En resumen, tenemos que cambiar el chip. Hay que ser más responsables.
Pero es que pedimos una democracia real, no votar cada cuatro años, votar a otros partidos no cambia eso.
Ciertamente. Pero vamos a ver, si queremos más democracia debemos hacerlo a través de algún vehículo. Si los partidos tradicionales en España no admiten una propuesta de mayor participación ciudadana, habrá que fijarse en aquellos que sí tengan la intención de llevarlo a cabo. Hay que usar algún vehículo, las cosas no cambian por sí solas.
Hemos hablado de la responsabilidad que debemos asumir, y esa responsabilidad también incluye este apartado. Demandar una democracia más participativa está bien, pero somos nosotros los que a parte de demandarlo debemos comunicárselo a los partidos y estar encima de ellos para que lo cumplan.
Se ha hablado de juntar firmas para una iniciativa legislativa popular, pero con la legislación actual eso no es posible, porque las ILP no pueden reformar leyes orgánicas, donde se incluye la ley electoral. Es decir, que la reforma de la ley electoral debe nacer en el congreso.
Vale pero... ¿Y los bancos, y las grandes multinacionales? En las manifestaciones también se hablaba de eso.
Aquí es donde me desmarco un poco de algunos eslóganes que había en las manifestaciones. Es cierto que nosotros no tenemos capacidad de decisión sobre el cómo de los bancos ni de las multinacionales, pero sí tenemos capacidad para decidir a quién le damos nuestro dinero.
Hasta hace muy poco prácticamente nadie se cuestionaba qué había detrás de las grandes rentabilidades ni qué había detrás de los precios tan competitivos de algunas cadenas. En el caso de los bancos hay riesgo, pero no sólo financiero, sino también social. Normalmente las operaciones de alta rentabilidad van asociadas a mercados de derivados donde es habitual que se especule con los precios de materias primas como por ejemplo los alimentos.
En principio esto no parece mala idea, es simplemente un juego en función del precio de otro producto, el problema es que la cosa ha degenerado tanto que existen grandes grupos empresariales que controlan dichas materias primas, por ejemplo el trigo, y que juegan con la producción y acumulación del mismo (variando así su precio) para sacar un rédito financiero al margen de sus beneficios por venta directa.
Esto, como es lógico, al final lo acabamos pagando nosotros. Tanto los ciudadanos como las industrias nacionales que dependan de estas materias (menores beneficios equivale a menor capacidad de contratación y un pago más reducido del impuesto de sociedades).
¿Y qué podemos hacer al respecto?
Cambiar tu dinero de entidad. Aunque resulte difícil de creer existen entidades que reducen mucho, o directamente no tienen actividades en este campo. Algunas de ellas son cooperativas, un detalle importante si queremos ahorrarnos disgustos con bonos millonarios y este tipo de barbaridades.
Más del 70% de los intercambios monetarios mundiales son financieros, y sujetos a fuertes especulaciones. Por lo menos, no con nuestros depósitos.
Otro aspecto positivo de estas entidades es que suelen estar más focalizadas en las actividades económicas locales (sobre todo las cajas).
Algunos de estos bancos y cajas son el Triodos Bank, Caja Laboral, las cajas rurales (aunque alguna también ha tenido sus follones), Caixa Pollença, Fiare, y seguro que otras cajas que desconozco, también.
¿Y qué hay de una banca pública?
En España ya tuvimos banca pública, Argentaria, que fagocitaba a varias entidades anteriores. Si no recuerdo mal creada y a su vez desmantelada por el PSOE de Felipe González, aunque en realidad la ejecución del desmantelamiento se hizo en tiempos de Jose María Aznar.
El problema de una banca pública, ya sea creada o nacionalizada, es que el mero hecho de ser pública no la hace más eficiente o mejor. Si acaso nos podemos ahorrar los mismos disgustos que nos ahorramos con las cooperativas de crédito y son un instrumento útil para una coyuntura económica como la actual, en donde la banca no presta dinero y por tanto los autónomos/pequeños y medianos empresarios/cooperativistas tienen dificultades para financiar sus actividades. y eso a pesar del ICO y todas las directrices del gobierno.
Digamos que sí, para ese fin la banca pública podría ser útil, pero ¿Y si la banca pública se encuentra en una situación complicada como la banca privada?. Además, las cajas ya son una especie de banca pública, recordemos que en sus consejos de administración hay políticos, y muchas de ellas están pasando grandes dificultades.
En mi opinión, es suficiente con que el estado tenga una parte importante del accionariado de las cajas de forma que, siendo necesario, pueda ejercer control sobre ellas. A mi juicio es una fórmula adecuada, pues no es una fórmula tan radical como la nacionalización, y el resultado es muy parecido. Para nuestra desgracia, aunque el gobierno hiciese esto, la mayoría de las cajas están en una situación delicada, no creo que pudiesen maniobrar en exceso.
En Alemania, por ejemplo, sucede que existen cooperativas de crédito, banca pública (de los estados) y banca privada. Pues bien, los bancos públicos también han sido afectados por activos tóxicos, quizá en menor medida que la banca privada, pero es que la gestión de la misma depende de quién esté en el gobierno en ese momento.
En teoría se supone que la banca privada es más conservadora, no se arriesga tanto en sus inversiones y se centra mayoritariamente en préstamos y créditos para sus clientes, pero eso tampoco tiene porqué ser así, puede llegar alguien al poder y decidir cambiar los criterios.
¿Y qué sucede en cuanto a las multinacionales?
Este tema es bastante más delicado. La mayoría de los comercios con precios muy bajos fabrican sus productos en países donde los salarios y los derechos laborales son mucho menores que en los países civilizados. Como es evidente para una fábrica en España, Alemania, Francia o cualquier país de la UE le resulta muy difícil competir con las fábricas del tercer mundo, sobre todo cuanta más mano de obra se precise.
Por tanto podríamos decir que existe una fuga de puestos de trabajo desde nuestros países hacia los del tercer mundo o los que están en vías de desarrollo.
Luchar contra esto es muy difícil, y no me atrevería a decir qué hay o no hay que hacer, pues a pesar de esa fuga de puestos de trabajo estas multinacionales también tienen puestos de trabajo en España, y dejarlas de lado podría producir una disminución de su oferta laboral. En otro tipo de coyuntura económica, no con cinco millones de parados, no sería un problema muy grande, pero ahora sí.
Sin embargo hay algo que sí podemos hacer al respecto, y es apoyar la poca industria nacional que nos queda. Ojo, no estoy diciendo que compremos productos españoles sólo por ser españoles, sino que lo tengamos en cuenta. Si compramos productos españoles sólo por el mero hecho de serlo, a la larga, de convertirse en una práctica generalizada, podría hacer nuestra industria menos competitiva, tiene que ser una compra razonable.
En cierto tipo de compras la cosa es más sencilla, como en el caso de supermercados e hipermercados.
Un ejemplo es evitar comprar en Carrefour, Día, Alcampo, etc, si podemos comprar en Eroski, Mercadona, Gadis, Caprabo, ECI, etc. Existen marcas españolas en prácticamente todos los sectores, y muy buenas. En este apartado sería conveniente crear una web de consulta, o dar con alguna asociación que haga listas de este tipo.
En mi opinión la clasificación por preferencia de mayor a menos sería la siguiente: Cooperativas con residencia fiscal en España (por aquello de la distribución de los beneficios), Sociedades y autónomos con residencia fiscal en España, Cooperativas con residencia fiscal en el extranjero, Sociedades y empresarios individuales con residencia fiscal en el extranjero.
¿Cómo atacamos el tema de la vivienda?
Se suponía que los precios deberían haber bajado. A mí el precio de compra la verdad no es algo que me preocupe en exceso, lo que me preocupa es el precio del alquiler. Contra el precio de compra poco se puede hacer, no se puede obligar a las personas físicas o jurídicas a poner un precio u otro.
Sin embargo sí que se pueden hacer una serie de actuaciones en cuanto a los alquileres, unas más a corto y otras más a largo plazo.
A corto plazo podríamos coger la Sociedad Pública de Alquiler (que creo que funciona bastante mal) y ofrecer un sistema mediante el cual, el propietario de un piso, sea que no lo venda, sea que no lo alquile, firma un contrato de "cesión" por X tiempo con dicha entidad, mediante el cual el estado le exime del pago de impuestos del inmueble, a cambio de otorgar el control de la vivienda al estado. La SPA alquilaría el inmueble a modo de arrendamiento social al 0,75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por metro cuadrado, que actualmente serían 4,5€/m². En un inmueble de 70m² corresponderían 315€/Mes incluyendo gastos pagados de agua, luz y gas si lo hubiese. De ese importe mensual se restan esos servicios, y el resultado se ingresa en la cuenta del propietario.
¿Cómo controlar que el inquilino no se exceda con el consumo de estos servicios?
El importe del conjunto de las facturas no podría superar el 60% del precio del alquiler. De pasar de esa cantidad, el monto residual se añadiría al pago del alquiler del mes siguiente.
Para que se entienda mejor: Si nosotros alquilamos un piso por 300€/Mes, el 60% son 180€. Imaginemos que nuestra factura de Agua, Luz y Gas son 200€. Pues 200-180=20€ -> El pago del alquiler del mes siguiente, en lugar de 300€, serían 320€. De esta manera se evita que el alquiler pueda ser deficitario, sobre todo en pisos muy pequeños, que el propietario no reciba nada, y se fomenta el consumo responsable.
Otra cosa que podría hacer la SPA es comprar inmuebles por un valor reducido de tasación, pero ahí el estado debería hacer un desembolso importante. A mí no me parece una solución atractiva, pero quien quiera, la puede desarrollar.
A largo plazo, y estaría por ver a quién corresponden dichas competencias, una SPA, ya sea la existente del estado, u otras de comunidades autónomas o ayuntamientos, podrían edificar bloques de viviendas con criterios de ahorro de energía, tanto activos como pasivos, de reciclaje de recursos y de durabilidad en los materiales.
¿Y los hipotecados? ¿Qué hacemos los que tenemos una hipoteca y estamos ahogados por ella?
En primer lugar, aunque sea por desconocimiento, sois responsables de vuestra propia situación. Meterse en hipotecas a tipo variable de 50 años es una locura, antes y después. Es una generalización, evidentemente, pero así es en muchos casos.
En segundo lugar, el tema de obligar a los bancos a aceptar la Dación de pago, no lo comparto en absoluto. La Dación de pago tiene que ser una opción libre, ellos decidirán si la aceptan o no. De lo contrario se complicaría mucho en el futuro el tema de los préstamos. Como he dicho casi al principio, la gente tiene que ser responsable y consecuente con sus actos.
Ahora, es cierto que estamos en una situación excepcional y de crisis social. El problema es ¿Qué hacemos? ¿Paga la deuda el estado? Eso es pagarlo nosotros. ¿Se la come el banco? Tampoco es una buena idea, teniendo en cuenta que crearíamos una situación de inseguridad jurídica, con lo que eso supone para los futuros préstamos y créditos, y más teniendo en cuenta lo difícil que es conseguir en España cualquiera de esas dos cosas (normal después de nuestro paroxismo hipotecario).
Sinceramente, no le encuentro solución. Al menos una solución que yo considere razonable, estoy convencido de que mucha gente ni se lo pensaría pensaría dos veces al decir ¡Que se la coma el banco!, pero también hay que pensar a largo plazo. Además, como ya dije antes, no todas las entidades financieras son de la misma calaña, y podrían pagar justos por pecadores.
(Continuará...)