La
política de comunicación del Partido Popular es de pena, algo que sabe todo el
mundo y que ayer quedó demostrado una vez más.Y
digo esto porque no comprendo cómo no son conscientes de la gran capacidad de
oratoria del Presidente del Partido Popular y que ayer también quedó
demostrada, porque, en mi opinión, el Presidente del Gobierno vapuleó a Alfredo
Pérez Rubalcaba, una vez más.¿Por
qué no compareció hace semanas? Porque si Mariano Rajoy hubiera dado estas
explicaciones mucho antes, en gran parte, se habría desactivado el “Caso
Bárcenas”; pero no, la mala política de comunicación de los populares les sigue
pasando factura, les sigue perjudicando, ¿no se dan cuenta?Y
es que ayer Rajoy estuvo contundente, brillante y, además, lo que sí sacó a la
luz el debate fue la gran debilidad del líder de la oposición, pues Pérez
Rubalcaba no estuvo a la altura; una vez más ejerció en plan maestro Ciruela,
echando en cara a Rajoy que se enviara mensajes de texto con Bárcenas y
diciendo que él jamás haría eso, cuando se olvida de que él estuvo despidiendo
a Vera y Barrionuevo a las puertas de la prisión de Guadalajara, pero claro, ¡en
aquella época no se mandaban mensajes por el móvil!También
dejó claro el Presidente del Gobierno que el que acusa ha de demostrar la
culpabilidad y que el acusado no ha de demostrar su inocencia. En lo que sí
discrepo con Rajoy (y con casi todos los políticos) es que en este País se ha
de empezar a diferenciar entre las responsabilidades políticas y las
judiciales, porque no es lo mismo, aunque lo parezca.Y
ahora que Rubalcaba presente la moción de censura. Fin de la cita.