Mucha leña se ha quemado, muchas brazas han surgido y mucha carne se ha asado y degustado desde el día en que decidí construir mi parrilla de ladrillos.
No fue un asunto sencillo lograrlo, ya que hay tantos tipos de parrillas como parrilleros existen. Y tantos expertos en calidades de asados y criticones de previsibles errores, que por cada humano se podría sacar un analista, un degustador y un experto sobre que debiste o no hacer.
Si nos dedicáramos a leer la tan abundante literatura sobre dicho tema, se podría llegar a la conclusión de que tal pareciera que toda la ciencia y el arte del mundo es insuficiente para lograr que las parrillas sean funcionales, debidamente decorativas, fáciles de mantener, versátiles, etc., cuando la realidad es que con pocas piedras y palos el hombre realizó asados desde los albores de la humanidad. Pero nos gusta complicarnos la vida, a veces por ignorancia y a veces solo para demostrarnos a nosotros mismos si podemos o no lograrlo.
Sobre que carnes poner, cuales cortes llevar a las brasas, que condimentos o aderezos aplicar, etc. ya es aun mas complicado y extenso el debate.
Al final todo se resume en que cada persona, usando su propia experiencia y gustos afinará su arte parrillero y para ello lo mas simple y sensato es contar con medios simples para lograrlo. Mas el valor para intentarlo. Y no hay nada mas simple que un muro o pared entre los que contener el calor del fuego y las brasas, con una salida superior para que el humo no moleste tus ojos, a tus invitados, ni a tus vecinos.
Así lo veo a la luz actual, pero antes tuve que documentarme con los expertos parrilleros argentinos, que también son expertos complicándose con parrillas que llevan pulmones, complejos estrechamientos hacia el fondo de la parrilla y las mas complicadas maneras de subir y bajar cadenas para jugar con que el fuego no te queme las carnes. También los hay expertos en control de las grasas y cenizas residuales y se podría hacer un libro solo con este tema.
Un punto que siempre está presente es el tema de la versatilidad, porque se diseñan parrilla para un uso y este dificulta el darle otro. Por ejemplo, en las parrillas clásicas no se pueden asar animales enteros, sino solo cortes.
Visto y analizado todo eso, fui organizando las ideas hasta lograr un diseño que me permite asar al estilo argentino con su clásico y funcional brasero a la izquierda, su clásica y funcional parrilla a la derecha donde colocar las carnes mientras debajo, amorosamente, se distribuyen las brasas obtenidas del brasero, lograr el deseado tiraje, lograr asar piezas clásicas y de animales completos, asar a las brasas y a la leña. Y sin tener el menor problemas de humos, grasas residuales, ni cenizas. Ah y otro punto muy importante: ¡Sin que importe para nada el estado climático del tiempo!
En fin, para no cansarles en esta disertación típica de todo parrillero hablador que se deleita no solo con sus asados sino con la correspondiente plática sobre ellas, paso a lo concreto sobre como he construido y usado mi parrilla de ladrillos.
Para construir una parrilla de ladrillo el primer y principal problema es obtener las medidas adecuadas. La manera más rápida, fácil y precisa es contando los ladrillos y las hiladas de estos, porque los ladrillos varían entre sí, ya sean rústicos o de cara vista. Así como la cantidad de mezcla que los unió entre sí. Pero contar ladrillos es cosa de escuela primaria, asi que no se requiere ser experto en medidas, que si sabes de cm, o si sabes de pulgadas, etc. Solo cuentas ladrillos e hiladas de ellos.
Se podría igualmente utilizar un esquema grafico con indicaciones etc como esta que he dibujado y en donde se describe cada parte de la parrilla
Pero nunca será igual que ver la parrilla en su aspecto real.
Y nada mejor que una imagen para que valga mas que mil palabras
Como se puede observar en la imagen, se requieren 4 ladrillos acostados de profundidad (eso hace unos 80 cm mas la unión) , por 7 ladrillos de ancho (eso da unos 140 cm mas la unión). El alto esta calculada según mi propio cuerpo, ya que soy el parrillero, por lo que la base cómoda para mi gusto esta situada a 10 ladrillos de altura (unos 50 cm) sobre ella se construye un techo de hormigón de unos 5 cm de grosor, con varillas de acero y sobre ella se colocan varias capas , que detallare mas adelante, hasta llegar al nivel de las brasas
La parte inferior se utiliza como reservorio de maderas y demás útiles. En mi caso esta dividida en cuatro compartimentos. Noten que hay una columna de ladrillos central que se utiliza como soporte y división. Se colocan puertas según convenga, aunque lo ideal es usar madera tratada para reducir los efectos del ambiente exterior.
Así se ve hoy uno de esos reservorios de madera, que pide a gritos que le den mantenimiento por haber soportado sol, lluvias y al parrillero.
Sobre el techo de hormigón se debe colocar una capa aislante de modo tal que el calor afecte lo menos posible la parte inferior, por lo que se coloca una capa de vidrio con un espesor de unos 5 cm.
Sobre la capa de vidrios se esparce una capa de sal, con el objetivo de controlar la humedad y para rellenar los espacios entre los vidrios rotos.
Sobre la capa de sal se coloca una capa de arcilla, bien apisonada de unos 5 cm para aislar la capa de sal, servir de aislante térmico y para colocar sobre ella las brasas y cenizas. Mas la evidente protección ante los vidrios y la sal.
Si observan en la imagen con la capa de sal, notaran el área de la chimenea iluminada a la izquierda. Justo bajo ella se debe colocar el brasero, el cual calentará los ladrillos de la chimenea y producirá un excelente tiraje, que arrastrará el humo y dará vida a las llamas.
Bajo el área de chimenea se debe colocar una base de ladrillos acostados, los cuales servirán de base para el brasero y sobre los cuales caerán las brasa para luego repartirlas bajo las carnes. El desnivel creado con esos ladrillos servirá de hueco o soporte para las cenizas. Las cuales se podrán mojar sin ningún problema una vez acabado el asado, logrando que se apaguen las brasas, que la ceniza se compacte y que se limpien los carbones sobrantes para ser usado en otros asados. Las grasas caerán en esa área generando el humo que dará gusto a los asados. La grasa sobrante se impregnara en las cenizas o en la arcilla.
El resultado se ve así al terminar la construcción.
El área de asados y braseros se recubre con losetas de barros cocidos con la finalidad de proteger los ladrillos y lograr un bonito acabado. El brasero y la parrilla se construyen con barras de acero inoxidables y las medidas es recomendable estimarlas una vez finalizada la construcción. Noten que la parrilla apoya sus patas en los ladrillos de la base del brasero y en una base de ladrillos en el extremo derecho, no se apoya en las brasas o cenizas, lo que garantiza la estabilidad de esta.
La altura de la parrilla con respecto a las brasas debe ser de unos 8 Cm para dar un margen de tolerancia entre las cenizas, las brasas y la carne.
La altura del brasero debe ser tal que permita recoger cómodamente las brasas debajo de el y que permita a las brasas caer desde arriba por lo que debe haber una adecuada separación entre las varillas. No tan estrecha para que puedan caer las brasas, pero tampoco tan ancha para que no caiga madera. Lo ideal es poner la madera y las carnes en sentido contrario a las varillas.
Las varillas deben ser redondas, no en forma de «V» para que la grasa pueda caer libremente. En el caso de la carne , las varillas se colocan dejando el ancho de una varilla entre si, para evitar que las carnes cuelguen de esta.
Cuando la parrilla esta terminada el resultado es el siguiente:
Las brasas se recolectan debajo del brasero y se reparten amorosamente debajo de las brasas según el arte del asador, que estima el calor con la palma de la mano y el tiempo según esta aguante el calor, lo ideal es un aguante de unos 7 a 8 segundos.
Pero ese disfrute es cuando la parrilla ya esta terminada, así que continuamos con la construcción después de la base.
Una vez construida la base se debe construir la cámara de asados como tal, que contendrá el área de asados propiamente dicha, mas la llamada cámara de humos, que no es mas que el lugar por donde pasaran los humos de camino a la chimenea.
La boca de la parrilla esta rematada en su parte superior por el llamado dintel, el cual debe estar a una altura tal que permita la correcta visión de las carnes, brasas y fuegos sin que deje pasar el humo hacia el asador. En mi caso particular el dintel esta a la altura de 9 hiladas de ladrillos (unos 50 cm mas la unión) y el dintel propiamente dicho consiste en una viga de ladrillo puestos de canto de 26 ladrillos o unos 150 cm de largo.
El arte de hacer dinteles es tan extenso como el de hacer asados, lo mismo en maderas que usando curvas catenarias tan sofisticadas como se desee el constructor complicarse la vida, en mi caso opte por una viga simple y recta.
Una anécdota: El dintel da la apariencia o efecto óptico de que se puede caer por su propio peso, ya que se le ve por encima toda una pared de ladrillos que pesa muchísimo. He contado ya a 6 las personas que se acercan con disimulo hasta el dintel e intentan hacerle fuerza hacia abajo a ver si se cae. je je je. !No se va a caer!.
Pero sigo.
Detrás del dintel se debe colocar un angular o viga de acero para que el peso de la cámara de humos no recaiga sobre el dintel sino sobre la columnas externas de la parrilla. Precisamente ese enorme peso se cree que reposa sobre el dintel y hace que los curiosos intenten probar si se cae. No se caerá.
Se aplica un arte de usar medios ladrillos para lograr que exteriormente se disimulen estos trabajos.
El dintel se puede observar desde abajo de esta manera.
Como pueden observar en la columnas laterales de la parrilla se apoya un soporte metálico para asar animales enteros ya sea a la leña o a la brasa según convenga. Lo mismo al exterior que en el interior de la parrilla asegurando esa versatilidad tan añorada por los parrilleros de elite.
Este es un asado a la leña en el exterior, usando una bandeja galvanizada para recoger las grasas.
Y el siguiente es un asado en el interior usando bandas completas de cerdo atadas entre si y asadas a las brasas. Se debe acotar el hecho de que en el interior el rendimiento de la leña y las brasas es incomparablemente superior que cuando se asa en el exterior. Mas el evidente beneficio y sabor ahumado.
El tubo interior se apoya en un simple agujero en la pared, sin necesidad de complicarse la vida reforzándolo ante el temor de derrumbes. !Temor similar al del dintel!
En esta fase es oportuno señalar que las artes de hacer girar la carne es otro tan extenso como el del asar, ya sea incluyendo artilugios mecánicos de extensa gama o sofisticados engranajes movidos por motores , mas el dilema platónico de cuantas vueltas se le deben dar por minutos, en fin, agradables debates que son ideales para estos momentos mientras se hace el asado, se bebe vino o cerveza y se comparte con amigos y familiares.
En mi caso opte por un método simple , antiguo y que nunca falla. !Darle vueltas a mano!. A lo cual ayuda el hecho de que el tubo es de acero inoxidable y gira de maravillas.
Pero sigamos.
Una vez construido el dintel se deben subir las hiladas hasta donde comienza la inclinación que desviara el humo hacia la chimenea. No es necesario elevarlo tanto. En mi caso funciona perfectamente elevándolo 7 hiladas de ladrillos.
Desde ahí se comenzaran a disminuir las hiladas hasta alcanzar la chimenea
La chimenea puede ser tan elevada según convenga, dependiendo del viento, de la dirección de los humos y de los vecinos. En mi caso es simple.
Su interior se ve de esta manera
Se debe recubrir en todo su interior, al igual que las paredes exteriores y traseras de la parrilla. Solo el frente se mantiene lo mas original posible por razones estéticas, pero se debe recubrir con liquido antihumedad y luego se puede pintar sin problemas con barniz de caoba para resaltar el color del ladrillo.
No requiere protección superior contra lluvias que es otro de los eternos debates en estas artes olvidando que solo entra el agua si cayese verticalmente, olvidando que el ladrillo tiene una enorme capacidad de absorción y que una chimenea caliente evapora cualquier lluvia, como he podido comprobar en la practica.
Noten que también sirve para proyectos que nada tienen que ver con asados, como es el caso de mi reloj de sol que he colocado en esa cara de la chimenea.
El techo de la cámara de humos debe reforzarse con vigas de acero ya que esa área es ideal para secar maderas y debe soportar adecuadamente el peso.
Y así se puede construir una parrilla de ladrillos, a mi modo de ver sencilla pero muy versátil, ideal para todos tipos de asados que podemos compartir con familiares, amigos, invitados y demás personas que se sentirán felices al disfrutar de un agradable momento y de un excelente asado
Porque la carne asada, el fuego y las brasas las llevamos impregnadas en nuestra memoria genética desde los tiempos en que los antiguos se sentaban junto al fuego a conversar y a preparar sus alimentos. En tiempos de paz y en tiempos de guerra.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero el arte de asar al calor del fuego de la leña o al calor de las brasas, junto al gusto por los asados, aun permanece igual.
Raudelis