Y Buenafuente vuelve con un manifiesto y nos dice que comamos arroz…

Publicado el 26 abril 2011 por Navarroeduard @navarroeduard

José María Íñigo ya lo anunció ayer por Twitter y hoy se ha confirmado la esperada noticia. ¡Albricias y carantoñas! ¡Que forme la guardia con arma corta! !Buenafuente ha vuelto a Twitter!

Pues eso: se acabaron las chufas y su cesto y el cómico vuelve por dónde solía, eso sí, con lo que él en su web llama un “Manifiesto”, que ya es darse aires, porque si nos tomamos la molestia de echar un ojo al diccionario de la Real Academia, vemos que un manifiesto es un  Escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general.

Hombre, el interés es más particular que general, la verdad.  Vamos, el interés que tiene él de quedar bien después de su rabieta y de darle algo de empaque a su regreso. Y doctrinal sí que lo pretende ser, pero no lo consigue.

Es una mezcla de cosas. Desde verdades del barquero (Las redes sociales son importantes pero no son el centro del universo. Son una herramienta más de la revolución tecnológica) a los restos de la rabieta (Los periodistas (o lo que queda de ellos) están embobados con las redes. Utilizan las “entradas” como noticias (la mayoría de veces es mera cotidianidad) y no se molestan en confirmar o documentar. Una prueba más de la decadencia errática de la profesión) pasando por algunos tics de progre que está absolutamente forrado pero se permite la licencia de llamar a la revolución y decirle al personal lo que tiene que hacer (Hay que mover más el culo y menos el ratón del ordenador. ¿Hacen falta más ejemplos de revoluciones, de gritos populares por una sociedad más equilibrada?)

En definitiva: que no se espere autocrítica ni reflexión alguna sobre lo que hizo bien o mal en su entrevista con Sinde o en su espantá. El “Manifiesto” no es otra cosa que lo de mantenella y no enmendalla. Lo de siempre, vamos.

Eso sí, voy a coincidir con uno de los Principios Fundamentales de Buenafuente: mucho mejor un buen arroz con los amigos de verdad que dos horas en internet.

Pues sí señor. Incluso mucho mejor un café con un amigo que diez minutos leyendo manifiestos, qué quiere que le diga.

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