Y Ciro tiró la puerta abajo

Publicado el 04 marzo 2014 por Squadraeterna @squadraeterna


Al sur de Italia, en la ciudad donde se concentra el mayor número de población, fue donde Ciro Immobile vino al mundo para dar sus primeras patadas al balón. Apodado ‘Il Bomber’, pronto se marchó de Nápoles rumbo a Turín, la ciudad de la industria y donde se forjan los mitos, para enrolarse en las filas de la Juventus, club en el que debutaría en la Serie A de la mano de Claudio Ranieri en 2008, con tan solo 19 años. Dos temporadas después y tras la experiencia bianconera, hace las maletas incorporándose al Siena, entrenado en ese momento por Antonio Conte y que calificó su fichaje como prioritario para volver a la Serie A. Finalmente y a mitad de temporada, sería el Grossetto quienes disfrutarían del 'nueve' partenopeo.
Su gran aparición fue con el Pescara de Zeman, dónde destacó haciendo 28 goles, lo que significó su derrota contra Fabio Quagliarella en una apuesta en la que el experimentado ariete vaticinó un buen número de tantos. “He apostado con Quagliarella sobre el número de mis goles, me aconsejó venir al Pescara y me pronosticó 20 goles en este año. Si los llego a hacer voy a tener que pagarle una cena y lo haré con gusto” dijo antes de alcanzar la cifra.
En el Pescara, Immobile creció tanto como jugador como persona, eso le valió para que un equipo de la máxima competición en Italia se fijase en él. Cansado de esperar oportunidades en la Vecchia Signora, decidió irse al Génoa, que pagó 4 millones de € por el 50% de su pase. En Liguria coincidió con un buen maestro, Marco Borrielo, pero demostró poco o nada y apenas convirtió goles, lo que provocó su salida. En verano se hacía oficial su vuelta a Turín, pero esta vez para recalar en el eterno rival, el Torino, que pagó 2,7 millones € al Génoa.
Al Toro llegó sin hacer mucho ruido y le costó algunos partidos hacerse al esquema. Hoy, un fijo en el once a base de goles y buenas actuaciones. Adaptado al 3-5-2 de Ventura, comparte las tardes de fútbol con un símbolo de la squadra granata, Alessio Cerci, con quien se asocia a las mil maravillas formando un tándem temido. Immobile es un delantero con mucha movilidad, para nada estático y que continuamente realiza cambios de posición con su compañero, hace desmarques de ruptura y baja al mediocampo a recibir. Se asemeja al mítico Raúl (salvando las distancias) por su oportunismo en muchas jugadas, caracterizado por tener la portería rival en la mira.

Esta temporada, de la mano de Ventura, Ciro ha mejorado en muchas facetas de su juego, lo que ha llamado la atención del seleccionador de Italia, Cesare Prandelli: “Yo sabía que Ciro era un delantero completo con muchas cualidades, una gran generosidad y que sigue mejorando”. En la parcela táctica, ahora sabe crear oportunidades de peligro sin balón y opta por arrastrar defensas para dejar a sus compañeros el terreno allanado.
A pesar del dominio de antaño en el juego aéreo, en el fútbol profesional ha visto como su físico portentoso no le da ventaja contra muchos zagueros del Calcio, es por ello que Ventura ha tenido que adaptarlo, de modo que su peligro sea de cara a portería y no tanto de espaldas a la misma. Con los pies no es de los mejores, pero cuando tiene la posibilidad, no duda en armar el disparo, un chut certero y efectivo. En cuanto al mano a mano, demuestra tener sangre fría y es capaz de aguantar el tipo con el guardameta frente a sí, en ocasiones esperando que el portero vaya al suelo antes de definir.
 "Me gustaría volver a la Juventus porque pelearía por el Scudetto como objetivo y no por la salvación"
Su temporada no está pasando desapercibida y clubes tanto del país transalpino como de grandes ligas europeas ya le han echado el ojo. Sea como fuere, el Toro se le puede quedar pequeño si su rendimiento continúa al alza. La opción de regresar a la Juventus siempre está presente, recordemos que todavía tiene la mitad de su pase.
En el horizonte más cercano se vislumbra el Mundial de Brasil. Ciro no quiere faltar a la gran cita del fútbol. Llamó a la puerta con educación y nadie le hizo caso, pero a base de goles la está tirando abajo. Su no convocatoria de cara al Mundial sería craso error, para ir abriendo boca, Prandelli ya le ha llamado para el último amistoso -si es que se le puede llamar así- contra España, la última cita antes de la lista final.
Varias veces se le ha preguntado por cuál será su futuro, pero nuestro protagonista no se cansa de decir que no quiere hablar de ello, que está contento ahora en el Toro y que se valorará todo a final de temporada. ¿Posible vuelta a vestir de bianconero? No se sabe, pero la verdadera pregunta es: ¿Se atreverá Prandelli a no llevarle al Mundial? La posibilidad de ir la tiene en sus botas y a base de esfuerzo cualquier objetivo que Immobile se marque lo logrará. Por el bien del fútbol, más le vale llevarlo, Cesare.