Mira que he pasado multitud de veces por las proximidades de la antena que corona el Tabaiá. Sí, esa antena que se divisa perfectamente desde cualquiera de los puentes que cruzan el Vinalopó a su paso por Elche. Cuando era un chiquillo mi padre me llevaba por esos lugares como "morralero". El Tabaiá y su vertiente norte pertenece al municipio de Moforte del Cid y por aquellos tiempos era un coto de caza, pero a la cumbre jamás había subido. Esa propiedad pasó a unas manos privadas que la verjaron cual muro de Berlín. El caso es que el acceso se hacía difícil o imposible. Después se convirtió en un campo de golf pero antes, el incansable Don Francisco se dedicó durante infinidad de ocasiones a patear las sendas del lugar, a buscar escondrijos y lugares de paso a través de la infranqueable muralla. Un 23 de Diciembre y, junto a una treintena de amantes de las trotadas montañeras, hice cumbre en esa mítica sierra fronteriza de Elche. En fin, además del ejercicio realizado, el magnífico ambiente y el opíparo almuerzo, pude coronar el Tabaiá corriendo gracias, una vez más, a Sir Paco Navarro (como le llama El Sombrilla). La nota navideña la pusieron los de Evasion Running al regalarnos un gorrito de Papá Noel a cada uno de los participantes y los villancicos con que nos deleitó José Julio.
Mira que he pasado multitud de veces por las proximidades de la antena que corona el Tabaiá. Sí, esa antena que se divisa perfectamente desde cualquiera de los puentes que cruzan el Vinalopó a su paso por Elche. Cuando era un chiquillo mi padre me llevaba por esos lugares como "morralero". El Tabaiá y su vertiente norte pertenece al municipio de Moforte del Cid y por aquellos tiempos era un coto de caza, pero a la cumbre jamás había subido. Esa propiedad pasó a unas manos privadas que la verjaron cual muro de Berlín. El caso es que el acceso se hacía difícil o imposible. Después se convirtió en un campo de golf pero antes, el incansable Don Francisco se dedicó durante infinidad de ocasiones a patear las sendas del lugar, a buscar escondrijos y lugares de paso a través de la infranqueable muralla. Un 23 de Diciembre y, junto a una treintena de amantes de las trotadas montañeras, hice cumbre en esa mítica sierra fronteriza de Elche. En fin, además del ejercicio realizado, el magnífico ambiente y el opíparo almuerzo, pude coronar el Tabaiá corriendo gracias, una vez más, a Sir Paco Navarro (como le llama El Sombrilla). La nota navideña la pusieron los de Evasion Running al regalarnos un gorrito de Papá Noel a cada uno de los participantes y los villancicos con que nos deleitó José Julio.