Lo van a tener jodido las boas ateas y agnósticas; pues, desde ahora, habrán de rendirse a la evidencia y rezar el ángelus de las boas.
La noticia –primicia mundial- es la siguiente: una boa constrictor virgen acaba de dar a luz –sin concurso ni conocimiento de varón pregnante- la friolera de veintidós boítas constrictor. Sucedió en Carolina del Norte.
Esto supera con creces lo de Belén (lo del uno y lo de la otra…). A partir de ahora (a parir de ahora), podrán las simpáticas boas celebrar su propia Navidad. Y recibir regalos de Santa Boa-Claus ( o Boa Noel), o, si lo prefieren, de los tres Boas Magos.
Ahora podrán las boas montar su iglesia, sus festividades religiosas (para la Semana Santa será necesario, andando el tiempo, crucificar a una de las veintidós lindas boítas).
En fin, que ¡qué puñetas!, dan ganas de rezar.
La boa-ángel del Señor-Boa anunció a María-Boa,
y concibió por obra del Boa-Espíritu Santo.
Boamén.
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