Y de repente... hada madrina

Por Palmichula @PALMICHULA
El lunes, fui presa de uno de esos arrebatos que tiene la vida, de esos impredecibles que ocurren cuando menos te lo esperas y que te hacen pensar que la existencia tiene un trasfondo que va mucho más allá de lo previsible y rutinario.

Una persona cercana a mi desde hace algunos años, me pidió que quedáramos a tomar un café porque quería hablarme de algo importante... Y el lunes, me senté frente a alguien que con ojos brillantes me leyó un texto que había escrito especialmente para la ocasión... En medio de una maraña de palabras con mucho sentido y sentimiento, comunicaba que... Próximamente iba a ser padre, que se sentía emocionado, que todo marchaba muy bien... Y que había pensado en mí para ser la MADRINA de su futuro retoño.

En plena manifestación de alegría, debí de mostrar atisbos de perplejidad o aturdimiento, porque enseguida me dijo que me lo pensara, que no me sintiera comprometida... Y yo, en un ataque de sinceridad, de esos que me caracterizan, le transmití que convertirse en HADA MADRINA no era algo para tomarse a la ligera... Que una cosa es que una luche todos los días por creer que la vida tiene un punto de magia y otra muy distinta es que le hagan el encargo de que un nuevo habitante del mundo crea en la magia a pies juntillas, desde el principio y hasta el final de cada instante y a pesar de que recorrer el camino que el destino nos tiene preparado no sea siempre todo lo fácil que nos gustaría. 

Pensé horrorizada, que a partir del momento en que me convirtiera en HADA MADRINA oficial, tendría que prometerme a mi misma que mis momentos de flaqueza y vacilación desaparecerían para siempre.



También, le manifesté que me sentía sorprendida y un tanto entristecida, porque creía que tal honor le correspondía a la familia, a los amigos, a los que sientes cerca, a los que te cuidan, a los que te quieren, a los que te miman, de los que esperas que se comportan de la misma manera con quien tú querrás más que a nadie... 

- Nos vemos en ocasiones, pero no me conoces, las personas pasan por tú vida y un buen día desaparecen, ¿por qué yo entonces? ¿no tienes dudas?

- Tienes razón, no te conozco, pero no tengo dudas, confío en ti plenamente, más que en muchas de las personas con las que convivo a diario, confío sin dudas, sin condiciones, sin vacilaciones, sin miedos y es verdad, no te conozco y no me conoces.

Y entonces, a pesar de ser consciente de la enorme responsabilidad que supone que alguien confíe en ti sin conocerte, pensé en lo tremendamente difícil que hoy en día resulta que alguien te diga "Confío en ti sin necesidad de demostraciones previas, sin necesidad de cumplir mis expectativas, sin necesidad de someterte a prueba" 

- Ahí estaré, si me necesitas y si es lo que quieres... 

Bueno, pues... Parece que finalmente he sido nombrada oficialmente HADA MADRINA del reino de alguien que aun no tiene nombre, ni sexo conocido.

UUUfff, me queda mucho trabajo por delante, afinar la varita, comprarme un vestido que emita destellos de purpurina y muchos sudores fríos y... ¡Sólo tengo hasta junio! para decir - Si me llamas, voy volando

Tu hada Madrina