Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/
La Esfera de los Libros, Mayo 2010Género: Reportaje - Libro ilustrado208 páginas
Tras el éxito de su libro Polvo eres, Nieves Concostrina no podía dejar coja la sentencia bíblica y por ello decidió completarla con… Y en polvo te convertirás, una recopilación de las mejores imágenes aportadas al concurso radiofónico de epitafios del programa No es un día cualquiera, dirigido por Pepa Fernández en Radio Nacional.
Esta vez, con la autora han colaborado 153 “almas” que, cámara en mano, han fotografiado las tumbas más increíbles, los epitafios más excéntricos y los cementerios más insólitos.
(Sinopsis parcial de la editorial)
* * *Decir, en primer lugar, que la mayoría de las fotos contenidas en este libro corresponden a tumbas y cementerios españoles, y que prácticamente todas pertenecen a personas comunes. No encontraremos en este libro el supuesto epitafio de Groucho Marx ni veremos una foto de la tumba de Elvis Presley. Los cementerios de nuestras ciudades y pueblos son los verdaderos protagonistas de este libro, y en ellos hay auténticas joyas.
Nieves Concostrina reconoce en el prólogo ser la primera sorprendida ante la acogida que tuvo el experimento en nuestro país. Aquí, donde parece que nos tomamos la muerte tan en serio y que cualquier alusión a ella se convierte en algo de mal gusto, hubo gente que se lo tomó con el sentido del humor que merece.
No es que haya que tomarse la muerte a risa, nada de eso, ni el libro es una falta de respeto hacia nadie. Es una selección de lápidas curiosas o excéntricas, con epitafios que fueron elegidos en muchos casos por sus propios moradores, y que consiguen que, siquiera por un rato, seamos capaces de pensar en la muerte con un poco de humor, que es el objetivo de este trabajo.
Algunos ejemplos:
“Cuando nací, todos reían y yo lloraba. Viví de tal manera que cuando morí, todos lloraban y yo reí. La marihuana es lo que tiene”.
“Te dije que estaba enfermo”
“Mi última diligencia: que os zurzan”
Y algunos otros de muy distinto tenor, tiernos o emotivos, que captaron la atención de los reporteros aficionados.
Poco texto y muchas, muchas fotos, forman la estructura de este libro, que se lee y se hojea una y otra vez, hacia delante y hacia atrás, que se comenta y se comparte, que arranca la sonrisa o la lágrima y que nos recuerda que, queramos o no, también nosotros pasaremos por allí.