Y estaba a punto de suicidarse cuando la conoció y entendió lo absurdo de su idea

Publicado el 05 septiembre 2010 por Observandocine
La chica del Puente (La fille sur le pont)
(Dirigida por Patrice Leconte - Francia 1999)

Quiero para mí
palabras nuevas
Que no hayas pronunciado antes
cosas no dichas,
no escritas,
no declamadas.
No quiero versos ya regalados,
no quiero halagos manoseados,
no quiero letra impresa sin emoción,
no quiero tinta caduca,
no quiero sueños
para múltiples soñadores
No quiero nada de otro
nada que no sea mío,
que no me pertenezca.
No quiero nada que otros
hayan portado o exhibido,
no quiero nada de segunda mano,
no quiero un canje literario.
Estrena para mí,
ofréceme novedad,
aunque no haya nada nuevo bajo el sol...
Piensa algo para mí,
sólo mío .....
(Bohemia)

Adele (Vanessa Paradis) mira a la cámara sin mirarla, esta triste, sus labios carnosos se entreabren. Esta sentada en una silla, con las manos sobre una mesa. Unas voces la llenan de preguntas, pareciera que estuviera en un interrogatorio, pero no se observa inicialmente gente, sólo esas voces que le hacen preguntas y ella es tan sincera que las responde todas. Adele dice que cuando ella era más joven creía que la vida empezaba el día que haces el amor, y que antes no eras nada. Se le observa un tanto pesimista porque en una de sus tantas respuestas que da a la persona que le interroga, dice que ella es de las personas que empiezan mal algo y terminan peor, que es de las personas que nunca aciertan un número, para ella la mala suerte le viene de nacimiento. Dice que cuando una mujer sonrie y hay por ahí unos hombres solitarios y deprimidos, estos se equivocan y piensan que la mujer quiere algo con ellos. Adele es de las personas que piensan que las historias de amor empiezan al lado del mar.
Luego de esos 8 primeros minutos donde conocemos cómo es Adele y sus pensamientos principales, la vemos a ella al borde un puente. Se quiere lanzar al mar, si justo a aquel del que ella ha hablado que empiezan las historias de amor. Comienza a suavemente empujar sus pies y soltarse las manos del puente, un hombre la observa mientras se fuma su cigarrillo. Este hombre le dice a ella: Parece usted una chica a punto de hacer una estupidez. Yo creo que está desesperada. Ella lo mira con esos ojos tristes que impresionan a cualquiera. Ese hombre se llama Gabor (Daniel Auteuil) y su profesión es la de lanzador de cuchillos, empiezan a conversar.
Gabor: Sabe lo que pienso. Creo que algo se va desperdiciar y no lo aguanto.
Adele: ¿Qué se va a desperdiciar?
Gabor: Usted. No se tira una bombilla que aún da luz.
Adele: La bombilla se fundió hace tiempo.
Gabor: Usted me deprime.
Adele: Entonces .... ¡Váyase, yo no le he pedido nada! ¡Estoy en las últimas! ¿No lo entiende?
Gabor: ¿Cómo en las últimas? Mírese, apenas está empezando. Tiene una mala racha, nada más.
Adele: La tengo desde que nací. Llevo puesta la etiqueta "catástrofe". No se quita.
Gabor: ¿Y cree qué se quitará con agua? Es su primer intento, ¿verdad?
Adele: Si, no me paso la vida en los puentes.
Gabor: Yo sí.
Adele: ¿Por qué? ¿También quiere saltar?
Gabor: No. Yo contrato gente.
Adele: ¿Contrata .... a quién?
Gabor: Asistentes, mujeres que no tienen nada que perder. Así me gano la vida. Las encuentro aquí, o a veces en los tejados. Pero eso es en Primavera, en Invierno prefieren los puentes.
Adele: ¿Cómo yo?
Gabor: No como usted. Ellas tienen grietas por todas partes. Están de vuelta de todo.
Adele: ¿Y qué hace con ellas?
Gabor: Bueno .... A veces las pierdo, depende. Es cuestión de equilibrio.
Gabor saca una cuchilla inesperadamente y la lanza entre los dedos de Adele, ella se asusta, él continua hablando.
Gabor: Después de los 40 años, el lanzamiento de cuchillos es aleatorio. Por eso contrato en los puentes, me gusta ayudar. Si quiere realmente matarse, puedo contratarla y probar.
Adele: No, gracias, me las arreglaré sola.
Gabor: Dentro de una semana seguirá aquí mirándose la punta de los zapatos.
Adele: ¿Cree qué me va engañar con su charlatanería? ¿Con sus propuestas, sus pruebas y sus trampas? Claro una chica hecha una mierda agarrada a una barandilla, y cree tenerlo fácil. Que dándole la mano se la puede cepillar.
Gabor: ¡No diga eso! Jamás me acuesto con mis dianas.
Adele: Es su problema. Yo los cuentos de hadas no me los trago. Gracias.
Gabor: Vale, si quiere saltar, salte. ¿Y después qué habrá conseguido?
Adele: Ya lo veré.
Adele se lanza al mar. El cuerpo cae pesadamente. Gabor se molesta, se quita el saco, se lanza al agua. Ahi en esas aguas heladas, se encuentra ella con sus ojos cerrados y los brazos extendidos. Gabor la toma de la cintura y la lleva hacia la superficie.
Ya en el hospital, Adele dice que una vez ha fallado por su mala suerte. Gabor se altera nuevamente y le dice que la suerte hay que quererla, hay que mover el culo, la suerte hay que ir a buscarla. La toma de la mano y es a partir de aqui que el lanzador de cuchillos Gabor y su asistente Adele inician una historia donde van de sitio en sitio atrayendo la buena suerte, por no decir que trabajando y trabajando. Ella ahora es inmensamente feliz, sin embargo observamos que Gabor a pesar de ganar mucho dinero, no es feliz. Un día se separan porque Adele conoce un tipo que le interesa. Gabor se pone triste. Si bien la más feliz ha sido Adele, pareciera que tras ese orgullo que muestra Gabor, también ha sido feliz al lado de ella.
Gabor, el gran lanzador de cuchillos, se deprime porque pareciera que no pudiera vivir sin Adele. Toma una decisión. Va a un puente. Se va a lanzar. Aparece inesperadamente Adele y le dice
Adele: No podemos continuar
Gabor: ¿Continuar cómo?
Adele: Sin estar juntos
Se miran fijamente a los ojos. Se abrazan fuertemente. No se besan, sólo se abrazan. Suena la canción de Marianne Faithfull llamada "Who will take my dreams away".
No puedo dar a todos mis sueños
Tampoco la vida que vivo.
Tú y yo sabemos lo que significa la amistad,
Es todo lo que tengo para dar.
¿Quién asumirá tus sueños de distancia
Toma tu alma un día más.
Lo que nunca se puede perder se ha ido,
Es robada en un camino.
Por favor, no te quedes demasiado cerca de mí,
¿Puedes escuchar mi corazón?
Toma mi calor y mi magia
Cuando estemos separados.
Ahora nuestra misión se ha completado
Y nuestros amigos están aquí.
las cosas mal derribadas por la luz,
La vida sigue hasta el final.

Este film se los recomiendo harto, hay diálogos buenisimos para reflexionar acerca de la vida y de las relaciones entre un hombre y una mujer.