De todas maneras no se puede negar que los escritorios consumen cada vez más y más recursos. Con un poco de idea lo solventamos con un XFCE, un LXDE,... sencillo y rápido.
Pero tal medida no es aplicable con un grupo de trabajo que funciona por el principio "Si antes para entrar mi usuario escribía en el centro, ¿por qué despues del verano he de ir a la izquierda y con otro recuadro? ¿Mi escritorio sigue siendo naranja? ¿Dónde está Internet en esta cosa rara que has montado?". Todo el mundo sabe que desplegar un menú llamado Aplicaciones va contra los principios de eficiencia en el trabajo. En resumen, no se sabe más que utilizar un escritorio y el menor cambio genera caos e inseguridades.
Trasteando por las redes me metí en telares diversos y encontré ésto. Con este sistema en Gnome las ventanas arrastradas por la pantalla se muestran como una matriz de 3x3 y no se refrescan hasta que la detienes en un punto. La gráfica sufre menos y el sistema va más ligero, aunque no será todo tan bonito, claro.
Si sabéis tirar de consola, basta con ésto:
gconftool-2 --type bool --set /apps/metacity/general/reduced_resources true
Si preferís una edición más gráfica, lanzad el gconf-editor y seguid la ruta /apps/metacity. En la ventana de la derecha activáis la opción reduced_resources que viene desactivada por defecto y listo.
Hasta la siguiente