LA CAJA DE PANDORA: La Caja de Pandora es un artefacto de la mitología griega, tomada del mito de la creación de Pandora, que fue la primera mujer creada por Hefesto por orden de Zeus. La "caja" era en realidad un pithos (tinaja, vasija ovalada) dado a Pandora, que contenía todos los males del mundo. Hoy en día, abrir una "caja de Pandora" significa crear una acción en apariencia pequeña o inofensiva pero que puede acarrear consecuencias catastróficas.
Es verdaderamente impactante como los astros ejercen su influencia en la humanidad, toda. Claro que para entender esto, uno debe creer por ejemplo, en la astrología; y al hacerlo se acepta que existe una energía cósmica que gobierna el universo en el cual todos estamos inmersos, y que por ello, recibimos su influencia. Esto viene a cuenta por lo que dijimos en nuestra nota “Implacable Plutón”, donde el mensaje claro y contundente que este planeta viene dando en su paso por la carta natal de la Argentina, está arrojando sus resultados con creces. Desde la mitología griega, podríamos ilustrar los hechos y acontecimientos actuales de nuestro país citando el significado de la Caja de Pandora. El sentido mitológico que le da Jean-Pierre Vernant –Filósofo e historiador francés- cuenta que el rol de mito de Pandora en el texto hesiódico (sobre todo referido a Trabajos y días) es el de la justificación teológica de la presencia de fuerzas oscuras en el mundo humano. Pandora (creada por orden de Zeus para introducir males en la vida de los hombres) es la responsable de comunicar al mundo humano los poderes representados por la estirpe de la Nyx (la noche, la oscuridad). A partir de allí, toda abundancia convive con Ponos, que representa el espíritu del trabajo y el sacrificio, con Geras, que representa a la juventud y con la justicia que contrasta con Eris, que simboliza la diosa de la discordia.
Siguiendo con la mitología, Prometeo fue un gran benefactor de la humanidad. Urdió un primer engaño contra Zeus (padre de los dioses y los hombres) al realizar el sacrificio de un gran buey que dividió a continuación en dos partes: en una de ellas puso la piel, la carne y las vísceras, que ocultó en el vientre del buey y en la otra puso los huesos pero los cubrió de apetitosa grasa. Dejó entonces elegir a Zeus la parte que comerían los dioses. Zeus eligió la capa de grasa y se llenó de cólera cuando vio que en realidad había escogido los huesos. Indignado por este engaño, Zeus privó a los hombres del fuego. Entonces Prometeo decidió robarlo, así que subió al monte Olimpo y lo cogió del carro de Helios (el sol) o de la forja de Hefestos (dios del fuego), lo consiguió devolver a los hombres en el tallo de una cañaheja, que arde lentamente y resulta muy apropiado para este fin. De esta forma la humanidad pudo calentarse. Entonces Zeus, para vengarse, ordenó a Hefestos que hiciese una mujer de arcilla llamada Pandora. Zeus le infundió vida y la envió por medio de Hermes (dios Olímpico mensajero) al hermano de Prometeo, Epimeteo, para que la hiciese su prometida. Como regalo de bodas Pandora recibió un misterioso pithos (Vasija, Caja), que contenía todas las desgracias del mundo -plagas, dolor, pobreza, crimen, etc.- con las que Zeus quería castigar a la humanidad. A pesar que ese pithos tenía instrucciones de no abrirse bajo ninguna circunstancia, Pandora, dominada por la curiosidad (atributo dado por los dioses), decidió abrirla para ver qué había dentro. Cuando lo hizo comprendió el grave error cometido y rápidamente cerró el recipiente. Sin embargo era demasiado tarde, pues todos los males ya habían sido liberados. Solo uno permaneció en el fondo: Elpis, el espíritu de la esperanza.
ZEUS: En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el "Rey de los dioses" que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.Esta apasionante leyenda comparada con los tormentosos tiempos que vivimos los argentinos desde que el Kirchenerismo llego al poder, nos ilustra las vicisitudes por las que hemos y estamos todavía atravesado desde que se abrió nuestra propia caja de pandora, donde comenzaron a desatarse una sucesión de acontecimientos mayoritariamente adversos a los intereses de nuestro país. La corrupción estructural que se pone de manifiesto desde la llegada de la democracia, solo por marcar un punto de partida, demuestra las tantas desgracias que tenemos instaladas en nuestra sociedad y que aún no hemos sido lo suficientemente capaces de combatir y en especial, de extirpar. Desde que comenzó a difundirse por los medios la trama macabra de la ruta del dinero K, los atropellos del oficialismo por pretender someter al Poder Judicial a ser manejado desde el ejecutivo a su antojo, tuvo el completo rechazo desde las instituciones mismas, hasta de una gran parte de la sociedad que todavía lucha y resiste a este régimen de gobierno de corte fascista. Pero no todo lo que sale de esa caja de pandora son males que nos asechan.