“La contienda pronto fue conocida como la «guerra biológica». Aquel conflicto había empezado para terminar de una única manera: acabar con toda la humanidad.
Según los científicos, dicha guerra no pasaría a los anales de la historia jamás, simplemente porque no quedaría nadie para contarla.
Permitieron crear nuevos genes programados en microorganismos infecciosos para aumentar así su resistencia a los antibióticos y su virulencia y alargar su permanencia en el medio ambiente, que era el principal escollo que había que salvar. Todo ello llevó a la creación de nuevas cepas de agentes biológicos.
La humanidad había cavado su propia tumba creando o resucitando a seres como aquéllos, que sin duda estarían esparcidos por el mundo, ajenos a cualquier pacto entre países, a cualquier paz”
Puede que el mundo haya tocado fondo y en un barrio cualquiera, quizás los tres últimos habitantes de la ciudad o incluso del planeta, sobreviven como pueden: Patrick con su perro y sus vecinos de enfrente, Peter y su hija Ketty.
Quizá todo el puto mundo esté lleno de esa especie rara de zombis y hayamos dejado de ser la especie predominante para convertirnos en el plato especial de la casaPatrick y Peter fueron buenos amigos en un pasado no demasiado lejano, pero ahora, incluso en las extremas circunstancias que tienen que sufrir, no se tratan, ni siquiera se dirigen la palabra.
Y así, en el omnipresente infierno blanco de Maine, ambos por separado, lucharán por salir adelante teniendo que hacer frente a los dolorosos sucesos de sus vidas anteriores.
Una vez puesta en marcha la maquinaria del recuerdo, es imposible pararla; aunque los engranajes se encuentren herrumbrosos y viejos, y chirríen hasta hacer sangrar los oídos, y parezca que puedes meter una palanca y hacerlo saltar todo por los aires deteniendo el diabólico aparato.
¿Qué fue lo que les distanció? ¿Podrán olvidarse de las viejas rencillas del pasado y unirse para luchar contra los zombies, o continuarán alimentando rencores?
Según he podido saber en la entrevista publicada en este blog, ya tiene terminada la segunda parte de su novela “Y pese a todo” y también “El hijo del Mississippi”.
Actualmente es miembro de NOCTE, la Asociación Española de Escritores de Terror, de la cual recibió en 2011 el premio Nocte de terror a la mejor novela de terror nacional, por la novela que hoy reseño.
También ha escrito microrrelatos (traducidos al francés y publicados en la revista Borderline) y prólogos.
Hoy en día vive en una aldea de Córdoba, con su mujer y su perro.
Y fue ver una reseña sobre “Y pese a todo”, enterarme un poco de que iba y querer conseguirla para ponerme con ella cuanto antes.
Porque, ¿quién nos dice a nosotros que una tercera guerra mundial no es algo que pueda suceder en un futuro? (esperemos que yo no lo vea, ¡por Diós!)
El hecho de que EEUU ataque a Irán declarándole la guerra y que el resto de los países se vayan decantando por uno u otro bando, no es algo tan descabellado al fin y al cabo. Y el uso de armas químicas mortífera, en vez de armas convencionales o nucleares, tampoco. Aunque el tema “zombie” ya es otra cosa bien distinta, claro.
Pronto se descubrió que una guerra nuclear era demasiado cara para los contendientes, además de destructiva, mientras que las armas químicas podían prepararse en cualquier laboratorio clandestino de cinco por cinco metros con el mínimo coste e idénticos efectos. Por eso se la denominó “la bomba nuclear del pobre"
En esta novela corta, que se lee rápido, hay muertos viventes que cambian de color y trepan por las paredes, que te acechan esperando el mejor momento para atacar.
La sensación de estar siendo observado no cesó en ningún momento. Era como si aquellas cosas estuvieran justo delante de él, relamiéndose, tocando con su lengua sus puntiagudos dientes, uno por uno, y salivando hasta empalagar sus pútridas bocas
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
El libro me ha gustado, aunque la verdad me esperaba algo más. Me ha parecido demasiado corto, y el final queda abierto, como listo para una continuación. Eso es lo que pensé al acabarlo, aunque en ese momento no tenía ni idea de que habrá una segunda parte y quién sabe si una tercera… (parece que se titulará “Cenizas” y que no tardará en publicarse. En esta entrevista realizada hace poco, el autor asegura tenerlo listo y terminado)
Este mes de agosto, concretamente el día 14, se ha estrenado en España la adaptación cinematográfica de la novela. “Extinction” está dirigida por Miguel Ángel Vivas y protagonizada por Matthew Fox, Jeffrey Donovan, Ahna O’Reilly, Quinn McColgan y Clara Lago.
He visto la película (están echándola ahora en los cines). Y como viene siendo frecuente en estos casos, me ha gustado mucho menos que el libro. Me ha dejado bastante fría e indiferente, el guión me ha parecido pobre y escaso, poco original. El problema de fondo entre los dos protagonistas creo que no ha quedado bien aclarado, no con respecto a la obra escrita.
También es probable que haya influido por una parte, la comparativa que no puedes evitar hacerte con respecto a la serie “The walking dead”, su ambientación, sus zombies, sus personajes. Por otro lado, el hecho de haberse cambiado unas cuantas cosas con respecto al texto, tampoco es que haya jugado mucho a su favor. Me desagradan enormemente las variaciones entre lo escrito y lo filmado, de siempre, aunque sean para bien. Porque en mi opinión, los guiones deberían ceñirse totalmente a los libros, aunque ello pueda resultar en ocasiones complicado.
En este caso concretamente, algunos de esos cambios me han parecido tan fortuitos como inexplicables. Por ejemplo el hecho de que a algunos personajes los hayan llamado de diferente manera ( a Peter, uno de los dos protagonistas, en la peli le llaman Jack y a la mujer causante de las desavenencias entre ellos, en vez de Helen, la han llamado Enma). Aunque esto no tenga demasiada importancia, me pregunto si era realmente necesario. Y ya para colmo, tanto en el principio como en el final, hay bastantes diferencias. Los guionistas se han sacado de la manga algunos detalles y hechos importantes, cómo el caso de un personaje secundario que el autor mata en el libro y en la peli sobrevive. No sé, ese tipo de cosas no me cuadran, me descolocan.
Pero como ya he dicho, el libro sí lo recomiendo, sobre todo a los que disfrutéis de argumentos apocalípticos con tramas terroríficas, de pelis o series de zombies. Porque…
Y pese a todo, el mundo todavía giraba. Aún había estaciones y, por supuesto, aún había días con sus correspondientes noches.Mi puntuación esta vez es de: