…Y punto pelota. ¡Adiós Geni!

Publicado el 27 septiembre 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan

Éste fue el título de tu último post. De eso hace ya diez meses. Llevabas ya casi dos años luchando contra tu enemigo. Y, decidiste poner fin a tu bitácora. Nos habías contando todo sobre tu enfermedad, sin reparo, con tranquilidad pero temiendo lo que se avecinaba. Te despediste de todos y te quedaste esperando que llegara el final, uniendo todas tus fuerzas para intentar recuperarte.

No hubiera querido escribir esta entrada nunca. Hace unas horas, todavía no me he repuesto de la noticia, tu hija Patty me ha comunicado que has fallecido, después de dos años y medio de lucha contra la bicha. ¡Maldita sea!

Eras una mujer estupenda. Te conocí en la blogosfera hace cinco años. No sé cómo fue, pero sí sé que me enganchaste. Porque eras una de esas personas que contabas lo que sentías, que decías lo que pensabas, que hablabas con voz propia, que priorizabas los sentimientos. Noté esa química que se produce cuando alguien te llega. Abierta, directa, sencilla y sincera. Tus entradas más que preparadas, eran bocanadas de sentimientos que tenías que expulsar a borbotones, sin alharacas, sin medias tintas, haciendo honor al título de tu blog: Llamps i Trons.

Trabajaste en Iberia durante muchos años, eso nos unió más, a veces comentábamos anécdotas aéreas, tú de Iberia, yo de Alitalia, que nos recordaban tiempos pasados pero comunes.

Mantuvimos una relación amistosa que se completó con esa comida en Girona, hace casi dos años. Allí, Bernardo (otro bloguero de pro) con su familia, Lola y yo, tuvimos el placer de conocerte personalmente. Unas horas maravillosas. Y te encontramos bien, aunque ya estabas con ese tratamiento que tanto rechazabas.

Eras mujer de pocas palabras pero certeras, de miradas intensas, de gestos cariñosos, alegre, generosa y amiga de tus amigos. Siempre añorabas a tu marido y tenías un amor especial por tu hija Patty y por tu nieto Marc.

Has dejado un hueco en mi blogosfera que no se podrá llenar. Ya no podrás venir como querías a la Kabila Tarraconense. Siempre me decías: “cuando mejore me voy a pasar unos días con vosotros”. Y los dos nos lo creímos, no contamos con la bestia. Eso ya no podrá ser y bien que lo lamento. Nos hubiéramos reído, hubiéramos convivido con tranquilidad, con cariño, compartiendo mesa, mantel, paseo, montaña y mar. Y seguro que hubiéramos disfrutado.

Hoy, es un día triste para los que te hemos conocido. Pero me quedo con lo mejor: haber compartido contigo muchas reflexiones, mucha vida, y haber reído y sufrido con temas que nos afectaban. Y me alegro enormemente de ese encuentro personal que mantuvimos. Eso no nos lo puede quitar nadie. Me quedo con el beso que de tu parte me ha mandado tu hija. Fue un gran placer. Seguro que tu recuerdo llenará esta ausencia.

Un beso, guapa.

Salud y República

P.D. Mis condolencias a Patty, su hija, y al resto de su familia