Una persona que no ha tenido inconveniente en cambiar de partido político para seguir en el machito, como si esto de la política fuera como la carrera de un futbolista que va fichando de equipo en equipo para lograr títulos y, sobre todo, una mejor ficha. Y la chaquetera de Rosa Aguilar, o la traidora, como la tacharon en los carteles de la campaña electoral del 2011, ayer se dedicaba a criticar a su antigua formación por su acuerdo con Podemos, lamentándose de que IU se haya “entregado a precio de saldo” y “a cambio de puestos”. Imagino que ella misma se sentirá identificada, aunque no en lo de entregarse a precio de saldo, porque a ella le salió muy bien la jugada…
Una persona que no ha tenido inconveniente en cambiar de partido político para seguir en el machito, como si esto de la política fuera como la carrera de un futbolista que va fichando de equipo en equipo para lograr títulos y, sobre todo, una mejor ficha. Y la chaquetera de Rosa Aguilar, o la traidora, como la tacharon en los carteles de la campaña electoral del 2011, ayer se dedicaba a criticar a su antigua formación por su acuerdo con Podemos, lamentándose de que IU se haya “entregado a precio de saldo” y “a cambio de puestos”. Imagino que ella misma se sentirá identificada, aunque no en lo de entregarse a precio de saldo, porque a ella le salió muy bien la jugada…