¿Y si desmitificamos la regla, de una vez por todas? (Reflexión + experiencia copa menstrual SILECUP).

Por Gadirroja

No, no “estoy mala” ni “ha venido mi tío”, tengo el periodo.
No, la sangre del periodo, no es de color azul.
No, cuando tengo la regla no me dan unas ganas desaforadas de bailar, hacer el pino o hacer volteretas.
Tampoco, necesariamente, vas a notar en mi carácter si estoy con el periodo, ovulando o premenstrual.

¡Qué harta estoy de tanto mito alrededor de algo tan normal como LA MENSTRUACIÓN, de verdad. Y por desgracia, los medios de comunicación, los anuncios y demás, suelen colaborar a su mantenimiento.Así que hoy hay que romper una lanza por normalizar QUE SANGRAMOS, una vez al mes. Y muchas otras cosas alrededor de la regla.¡Vamos al lío!

1. Mitos y verdades. Arriba en la entradilla he recogido los mitos más comunes que aún se ven en series, publicidad o incluso artículos de revistas. Seguro que muchos os suenan. Ahora quiero abogar por lo contrario, presentaros diferentes opciones, cuentas y contenido que normalizan la menstruación, ese proceso NORMAL del cuerpo femenino que nos han hecho ver como algo sucio, que hay que ocultar. Os dejo aquí recursos para que los exploréis:
      ↷ Rupi Kaur: Poeta y artista canadiense de origen indio que incluye en su poemario textos sobre la desmitificación del periodo.

Poesía de Rupi en español

Su foto con una mancha de la menstruación, que apoya la normalización del sangrado, se hizo viral en Instagram y otras redes.
      ↷ Kiran Gandhi: Corrió una maratón con la menstruación, sin usar ningún producto para recoger el sangrado, para desmitificar la regla y concenciar sobre el difícil acceso que tienen algunas mujeres de zonas en desarrollo a compresas, tampones, etc.. Tenéis la noticia aquí.
      ↷ Bodyform es la primera marca de compresas que ha usado imágenes que aluden a un sangrado real (rojo) en sus anuncios:


      ↷ Laura Fjäder es una escritora asturiana, activa y activista que tiene publicaciones al respecto. Os destaco  su espacio.
2. Otro tabú: el desconocimiento del propio cuerpo como forma de hacernos menos libres.
Otro tema que – considero – está totalmente relacionado con el punto anterior es la ignorancia que, históricamente, hemos tenido las mujeres sobre cómo funciona nuestro cuerpo a nivel sexual y reproductivo. En esto ha tenido gran impacto, sin duda, el que hayan sido hombres los que han escrito manuales, investigado, y ejercido la medicina sobre nuestros cuerpos (no hablo del presente, pero si de la historia hasta hace no tan poco).
Me hace mucha gracia cuando leo “el clítoris es como un pequeño pene”. ¿Por qué no, “el pene es como un gran clítoris?”. Es un ejemplo simple, pero paraos a pensar cuantas veces, a lo largo de la historia, nuestro cuerpo y sus funciones (y nuestra psicología) se ha definido como algo contrapuesto del hombre entendido este como modelo primigenio, correcto, por así decirlo.
A lo que iba: es increíble la cantidad de adolescentes (y trabajo con ellas) que NO CONOCEN SU VULVA. De manera que ignoran como funciona su cuerpo a nivel sexual (y algunas comienzan a mantener relaciones) y reproductivo. Muchas no saben cómo se usa un tampón. Pero esto es normal en la adolescencia, que es una etapa de aprendizaje. El problema que cargamos históricamente es que, hace 50 años, muchas adultas tampoco lo sabían. Utilizar la copa menstrual, de la que ahora os voy a hablar, requiere conocer tu cuerpo (concretamente tu vagina, claro) y eso no es un hándicap, al contrario, es tu derecho y tu responsabilidad para contigo misma.

3. Y otro: la regla no son 5 días...es todo el mes.

La menstruación, la regla, el período, ese sangrado que dura entre 3 y 7 días NO ES SÓLO ESO. Es solo la fase de un proceso que sucede en tu cuerpo cada mes y que debe (debemos) entender mejor (hombres y mujeres) para poder comprender muchas otras cosas. Pero especialmente nosotras, dado que es nuestro cuerpo, debemos entender que es un proceso cíclico y como tal el cómo nos sentimos a menudo tiene que ver con el momento del ciclo en el que nos encontramos.
A muchos niveles: rendimiento, anímico, creativo...
Conectar con nuestro cuerpo en este sentido es mucho más importante y te hace mucho más libre, madura y responsable que intentar caber en una 38 de Zara, te lo aseguro. Piénsalo en serio.

4. Mi experiencia con  la copa menstrual.

Hace años llevo leyendo sobre este producto para la menstruación, y hace años que me voy convenciendo a probarlo: cómodo, más respetuoso con el medio ambiente, es más respetuosa con la flora vaginal… muchas ventajas, la verdad.
Me la han propuesto en varias ocasiones y he aceptado esta vez porque me apetecía mucho escribir este post y toda la argumentación anterior. Era como “el momento perfecto”.
Así que ahora os cuento mi experiencia personal. Lo primero, comentaros que me ha encantado cómo viene este set porque es muy completo y resulta ideal no ya para viajes, sino para días largos en que sales pero no sabes cuándo volverás. Se compone de un neceser pequeño, compacto y muy bonito donde puedes llevar tu copa menstrual y tu esterilizador portátil.

El esterilizador me gusta usarlo en el microondas y poner agua para que hierva: luego, solo tengo que sumergir mi copa limpia unos minutos y ya está lista. No obstante, si como os digo, pilla fuera de casa (escapadas, viajes…) y no hay microondas a mano, también hay pastillas esterilizadoras que hacen la misma función. La copa: las hay en dos tamaños, S o L. La mía es la S porque mis partos no han sido vaginales y además no tengo mucho flujo, ni periodos largos.
La experiencia: varios días antes de mi menstruación estuve leyendo bastante sobre el tema. Tanto las instrucciones de la marca, como experiencias de otras mujeres. Mi conclusión fue, que lo más difícil podría ser poner la copa correctamente.
Así que me sorprendió mucho cuando comencé a usarla y resulta que me resultó facilísimo ponerla y no me incomodaba NADA. Yo la pliego como enseño en la foto de más arriba, me pongo en cuclillas y la introduzco. Hay que tener en cuenta que no es necesario que esté tan adentro como el tampón
Eso sí, es necesario que se haga un vacío para que no haya escapes. Vas a notar que la copa se ha colocado correctamente (sola, se abre y se adapta) porque se nota como un "plop" y, de todas formas, si tienes dudas, puedes tocar la base de la campanita con tu dedo y asegurarte de que está normal, sin hendiduras ni deformidades. En ese caso, está bien puesta.
Ya sabéis que soy muy sincera: alguna de las primeras veces no me la puse bien y tuve algún escape. Algo normal cuando una está aprendiendo, tampoco fue ninguna barbaridad.
Retirarla es fácil también, pero ten en cuenta que como hay un vacío, si tiras de una manera poco cuidadosa, vas a tener más probabilidad de manchar o mancharte porque la copa sale de forma brusca. Es mejor irla bajando poco a poco.
¡Ah! Y no tengas miedo...Marta Piedra (dibujante a la que sigo en Instagram y que os recomiendo), nos explica con mucho sentido del humor que la copa..."no se pierde" en tu vagina...

Yo no puedo más que recomendar la copa. Es cómoda, fácil (una vez has hecho tus ensayos, tu rodaje, lo cual es sano porque te hace aprender SOBRE TI) y ahorras muchísimo en tampones y compresas, con todo lo que supone.

Y hasta aquí todo lo que os quería contar hoy, que no es poco.¿Quién usa copa menstrual por aquí?¿Qué pensáis de la desmitificación de la menstruación?
¡BESOS!