Después de vivir varios años juntos y de realizar varias performances artísticas deciden ponerle fin a la relación de común acuerdo.
Luego se dejaron de ver por 23 años, hasta que un día Marina expone en el Moma su muestra “El artista está presente” que básicamente consistía en mirar durante 1 minuto y en silencio a todos los que se sentaban frente a ella… hasta que de pronto el que se sienta frente a ella es el mismo Ulay.Sí, 23 años después, sin saberlo, el gran amor de su vida la mira fijamente durante 60 segundos.
¿El resultado? Mírenlo con sus propios ojos…