La genética recreativa es un buen negocio.
Quizá muchos dejarían de investigar sobre sus ancestros si supieran que existe esa posibilidad. Otros, en cambio, son capaces de llegar hasta donde sea para descubrir sus orígenes. Tanto es así, que Internet reta de nuevo a la legislación para obtener más pistas sobre nuestras raíces.Ayer por la tarde, - por más que el telediario francés se emita a las 20h, para mí sigue siendo la tarde-, el canal de televisión TF1 publicaba una noticia de esas que sirven para rellenar informativos cuando no hay más ‘carnaza’, o para entretener un poco al personal y disuadirnos de tanta crisis / violencia mundial.
Laurence Ferrari presenta el informativo de TF1.
En ella, se hablaba de cómo el ciberespacio hace un buen business gracias a la genética, poniendo a disposición de todo el mundo el test de ADN. Una práctica prohibida (y sancionada penalmente) en Francia desde 1994, salvo prescripción médica o instrucción judicial, que prospera a merced de Internet, ya que otorga “perspectivas formidables sobre la genealogía”.Este servicio es ofrecido libremente por una empresa suiza de test genéticos, que recibe al día una media de 40 muestras de saliva procedentes de toda Europa. El procedimiento es sencillo: se coge el bastoncito que viene dentro del ‘kit de muestra’ y se mete en la boca para obtener un poco de saliva; a continuación, se introduce el mismo en un pequeño tubo que contiene un líquido, y a partir de ahí, todo es posible.
Es posible adivinar elADN mediante una simple muestra de saliva.
La empresa suiza ha realizado más de 350.000 test.
Esta compañía, que desde 2007 no deja de crecer, puede comparar tu ADN con el de un personaje famoso, calcular tu compatibilidad genética con tu pareja, y confirmarte si posees el ‘Gen del Guerrero’. Un gen que, según los científicos, pertenece a las personas con predisposición a correr más riesgos. Todo esto, previo pago, por supuesto.