¿Y si los boicoteamos?

Publicado el 16 febrero 2017 por Jmartoranoster

YNDIRA VISNÚ LÓPEZ

El boicot de las grandes empresas, distribuidoras y comerciantes de alimentos busca poner de rodilla al pueblo, obligándolo a pagar excesivos precios por su producción. Amasan una fortuna en tiempo de crisis, eso está a la vista, nunca antes obtuvieron tanta ganancia como ahora, en medio de la guerra económica.
El boicot es negarse a comprar. ¿Y si los boicoteamos? Si como masa organizada y movilizada con conciencia, nos revelamos y no salimos a adquirir sus productos.
Imaginemos, por ejemplo, dejar a un lado la cultura de comer carne por una semana y no pagar entre 8 y 10 mil bolívares por un kilo de un corte de primera. Lo mismo puede suceder de forma progresiva con los huevos, pollo, plátanos, papas, cebollas, tomates y granos.
¿Qué pasaría? Nuestra presión los pondría a pensar, porque sus pérdidas serían irremediables y tendrían que finalmente bajar sus precios especulativos, los cuales promueven un desgaste del salario, porque a ellos les duele su bolsillo. Amén de que le dejemos por sentado que la pelea es peleando y que estamos en la contraofensiva.
¿Y si los boicoteamos? Absteniéndonos de comprarle su carísimo pan, que está hecho con toda la mala intención de obligarnos a realizar inmensurables colas y adquirirlo solo a la hora que ellos disponen. Pensemos que en vez de comer pan, comemos yuca o verduras, al menos por una semana. Seguro será un gran sacrificio, pero bien valdría la pena mostrarle que estamos hechos de dignidad.
La medida popular no es nueva; en países como Chile, Argentina y Colombia, incluso en nuestro país en los años 70, esta ha tenido éxito con respuestas puntuales.
Por la defensa del salario y el poder adquisitivo y contra el bachaqueo y el boicot, hagamos presión social con organización para que bajen los precios hambreadores que nos aplican los empresarios con su lógica capitalista de maximizar las ganancias.
Tenemos derecho a torcer su voluntad, somos libres y soberanos.