Y esto se debe a que nuestros saboteadores ponen en marcha nuestras creencias limitantes para que estas actúen sobre nosotros y hagan que nos paralicemos o nos dejemos llevar por el apego a perdernos algo.
Desde mi punto de vista detecto dos tipos de equivocaciones que nos toca enfrentar, una son las que cometemos durante el camino que hemos decidido hacer y el otro por miedo a que se “nos escape algo”.
En el primer caso son lógicas y necesarias para adquirir experiencias, aprendizajes, superación de límites y así volverse más sabio pero las segundas son las más complicadas porque afectan mucho emocionalmente, bajan bastante la autoestima y además están muy ligadas al apego. Muchas veces nos equivocamos por elegir opciones o caminos que no están alineados a lo que queremos o necesitamos para nuestra vida.
En estos dos tipos de equivocaciones que comentaba anteriormente, habitualmente aparece en nuestros pensamientos la frase “¿Y si me equivoco?”, la cual puede orientarse a los dos escenarios diferentes, uno al apego y el otro a no escogerla por miedo.
Ahora me voy a explicar mejor para que me entiendas, habitualmente aparecen en nuestra vida muchas opciones y posibilidades, lo cual nos provoca dudas y aparecen pensamientos tales como “y si me equivoco al dejarla escapar” y tal vez por esa sensación de que se me escapa o no seré inteligente al dejarla ir o por lo que pensarán los demás, nos dejamos llevar por el apego y la escogemos, pero luego con el tiempo nos damos cuenta que no era lo que queríamos o deseábamos, falta pasión y sintonía, con lo cual se la termina dejando o bien se sigue con ella sin motivación.
El otro momento en donde suele aparecer el “y si me equivoco” es cuando tienes en mente un proyecto, un objetivo, un nuevo emprendimiento o un cambio de vida, en esos momentos aparece el miedo o temor a equivocarse, hacerlo mal o no dar la talla y tal vez por todo esto se deja escapar la oportunidad de tu vida.
Entonces ¿qué hacer para darnos cuenta de cada situación?, es fácil darse cuenta de esto cuando uno se conoce a fondo y sabe lo que quiere de verdad para su vida.
Claro que para llegar a ese conocimiento se requiere de mucho esfuerzo y compromiso para llegar hasta allí, porque durante esa búsqueda interior habrá que librar buenas batallas con los saboteadores internos y derribar bastantes creencias limitantes, por eso muchas personas se rinden rápidamente en este camino y se quedan en su zona de confort, no porque lo hayan decidido sino porque el trabajo a realizar es duro.
Cuando una persona conoce sus Valores, establece su Visión de Vida, sabe en qué momentos aparece su saboteador y como actúa, reconoce cuando su ego quiere dominarle, gestiona sus emociones y abre su mente a nuevas perspectivas, tranquilamente puede ver con claridad a que escenario corresponde la frase de “y si me estoy equivocando”, si es al no dejar escapar una oportunidad por apego o le surge por miedo a emprender o cambiar.
Tener claro esto es vital para no dar vueltas, perder tiempo y energía, pero sobretodo saber cuando debes lanzarse por más que haya miedos y cuando debes decir “no” ante una posible oportunidad o algo que parece escaparse.
Conocerte a ti mismo te permitirá saber a que escenario corresponde la habitual frase de: “¿Y si me equivoco?”.