A veces lees tantos artículos sobre crianza, sobre “como ser una buena mamá”, “cómo reaccionar con serenidad y gracia y sin despeinarse ante..:” lo que sea, y de pronto nos sentimos abrumadas ante tanta información y tanta calma y actitud zen, por que después de habernos desbordado en alguna ocasión, llegamos hasta a sentirnos “indignas” por sentir que nos hemos equivocado.
Esto lo comento por la cantidad de mamás con las que he hablado o me han escrito, desde las que me escribían en el antiguo foro de criandocreando pidiendo que las aceptaran aunque no “cumplieran todos los lineamientos de la crianza con apego” o mamás que me escribían o en consulta online casi llorando me confesaban sentirse hartas y desbordadas, por falta de apoyo y contención en su entorno, y por que en redes sociales se sienten avergonzadas de confesar su cansancio.
La mayoría de las veces una mamá harta lo está por falta de apoyo de su entorno, por tratar de ser “super woman” y querer ser el 100 en todo, obvio sin pedir ayuda a nadie.
Nuestros niños obviamente son lo que mas amamos en este mundo y por eso nos trastorna tanto su “desobediencia” o sus errores. Además influye mucho nuestro antecedente familiar, aunque tratemos de criar “diferente” a nuestros hijos, traemos grabado en el inconsciente la forma como crecimos.
Añádase a todo esto el que muchas mujeres somos nuestras peores críticas y cada mal comportamiento de nuestros hijos lo interpretamos como una “falla” nuestra y tenemos servida una mamá llena de tensión, que está a un hilo de desbordarse, chillarle a sus hijos o en el peor de los casos se le escape un manazo o una nalgada.
Cuando pasan estas situaciones, ¿que hacemos? ya sabemos que a los niños no se les pega, que gritar sólo produce miedo y resentimiento y que no son en lo absoluto la forma de sembrar una buena relación con nuestros hijos, y sentimos o pensamos que este error significa que hemos echado por tierra todo lo que hemos sembrado o que no somos lo “suficientemente” buenas mamás.
Pues no, en realidad no va a pasar nada de eso, es increíble cómo nuestros hijos nos aman a pesar de todo, y necesitamos aprender a reaccionar con entereza ante nuestros errores, ya que los seguiremos cometiendo por que somos humanas.
Con esto NO estoy avalando que se les pegue a los niños como “recurso educativo” , sino que trato de que los papás o mamás que han perdido el control puedan perdonarse y buscar recursos para mejorar su relación sin caer en gritos o castigo físico.
Te invito a leer mi ebook “berrinches y rabietas para mamás imperfectas”, en donde hablo desde cómo prevenir los berrinches, razones por las que pasan, que hacer, y además, para papás o mamás que han perdido el control, formas de recomponerse y evitar que les vuelva a pasar.