Y’Square, de Judith Park

Publicado el 24 marzo 2016 por Belldandy @belldandy_18
Contaba tener para hoy lista la reseña del libro con el que estoy, pero la lectura se me está alargando entre unas cosas y otras así que, por no dejar esto demasiado abandonado, recupero otra de mis reseñas de PSS. Reconozco que, en general, nos salían reseñas positivas de las series, entre otras cosas porque las redactoras solíamos escoger obras ya leídas que nos gustasen de antemano. Con el curro que era hacerlas no apetecía dedicarle tiempo a una serie que no nos agradase, lógico ¿no? Bien, pues en este caso se rompió bastante la tendencia y es que me pareció un tomo tan horrible que no pude evitar dedicarle un tiempo a quedarme a gusto con el mismo. Por cierto, que a pesar de todo, era el mejor de los tres tomos de origen alemán que trajo Planeta, así que imaginad. Lástima que ya no los tenga para reseñarlos también y prevenir de ellos.

Datos
Título original: Y’SquareAutora: Judith ParkTomos: Tomo únicoAños: 2005 (Alemania), 2007 (España)Revista: DaisukiEditorial en Alemania: Carlsen Editorial en España: PlanetaEstado actual: Publicación completaPrecio: 5,95 €
Curiosidades / Datos extra

- Cuenta con una secuela, no publicada en España, llamada Y’Square PLUS.- De la misma autora, también publicó Planeta el tomo único Distopía.
Argumento
Yoshitaka Kogirei no tiene nada de éxito con las chicas. Su mayor deseo es tener una novia, pero sus dotes a la hora de relacionarse con el género femenino son nulas y, por una u otra, siempre huyen de él. 

Todo cambiará el día que conozca a Yagate Sotogawa, un chico nuevo en su instituto que es como un imán para las chicas, las atrae sin ningún tipo de esfuerzo. Yoshitaka le asalta para preguntarle cuál es su secreto y éste le da unos consejos, pero al ver que es un caso difícil decide probar algo radical: invitarle a un concurso de belleza femenino. La casualidad quiere que un miembro del jurado falte y Yagate consigue ponerlo como sustituto. 
El desfile de bellezas tiene a Yoshitaka, literalmente, babeando, hasta que entra en escena la ganadora del año anterior, Ju-Jin Cho, a la que inmediatamente califica como la mujer de sus sueños. Los silbidos que le dedica a ésta le hacen perder el equilibrio, tropezar y caer, por lo que queda descalificada, perdiendo la oportunidad de un contrato sustancioso como modelo. Obviamente se gana el odio de la chica. En cambio, una de las rivales, Hyun-Na Lee, le agradece muy cariñosamente que se haya librado de ella. Pero Yagate enseguida le pone sobre aviso pues es famosa por haberse liado con todo aquel que se le pusiese a tiro.
Yoshitaka no va a tener nada fácil el conseguir una novia, y menos cuando el propio Yagate está interesado en él y tiene un “plan” para hacer que se cambie de acera.
Reseña
En 2007, la editorial Planeta apostó por un total de tres títulos de estilo shôjo pero de origen alemán: Yo Misma de Nina Werner y Distopía e Y’Square de Judith Park, dibujante de origen coreano. Se trataba de una apuesta claramente movida por el interesante grafismo de las autoras que habían cosechado un éxito notable en Alemania. Sin embargo, la repercusión que han tenido es prácticamente nula. Nos gustaría, desde Pro Shoujo Spain, hablar de ellas como esas joyas que a veces pasan desapercibidas, pero en esta ocasión no es así.
Y’Square podría haber resultado una obra interesante pero tiene importantes problemas en su historia. El primero es su protagonista, Yoshitaka, un chico cuyo objetivo en la vida es tener una novia por el simple hecho de poder darse el lote con ella, y si no es una novia, con que haya alguna chica dispuesta, ya le vale. Aunque esto pueda resultar más o menos realista, no lo neguemos, lo cierto es que cualquier lectora femenina empieza a leer sintiéndose insultada, y ése es un muy mal comienzo. El chico es un cerdo y un impresentable, pero supuestamente, en el fondo es una buena persona, lo cual al menos le da puntos de originalidad ya que lo aproxima a protagonistas más propios del shonen.
A partir de ese comienzo, lo lógico habría sido un tomo en que el protagonista evolucionase, madurase… que al menos se comportase como una persona normal. En cambio todo se reduce a situaciones más menos descabelladas o incluso, incongruentes, como el desfile de bellezas en que el protagonista puede ser miembro del jurado cuando el premio es de una cuantía muy elevada. A partir de ahí se dan acontecimientos que tienden hacia la comedia pero que no consiguen sacar la más mínima sonrisa. Y todo aderezado con una serie de jugarretas (insultos en la pizarra, chantaje, dejar a alguien medio o totalmente desnudo, obligar a besar a alguien que no se quiere…) de carácter hasta cruel y de personajes que lo lían todo más todavía. Se hacen cosas de una gravedad bastante importante en algunos casos que quedan como si no hubiese pasado nada.
El desenlace al que se llega no puede ser más precipitado y carente de profundidad. Hacia el final de desvela el pasado de enemistad entre Ju-Jin y Hyun-Na, que podría haber dado juego para finalizar la historia. En cambio se le pone un cierre totalmente insustancial. No termina nada aunque se da a entender que, milagrosamente, Yoshitaka pueda conseguir su objetivo.
Del protagonista ya se ha hablado anteriormente, poco queda por decir. Un chico que a pesar de su atractivo, en cuanto abre la boca, la lía. Hay que hacer un gran esfuerzo para ver en su interior a una buena persona ya que ni hace ni dice nada que lo demuestre. Es difícil tener empatía con él y casi el único sentimiento capaz de despertar es pena por lo ridículo que llega a ser y por algunas cosas que le ocurren que tampoco se merecía.
Entrando ya en los secundarios, por orden de aparición, está Yagate. Un chico sencillo y simpático que, naturalmente, se gana a la gente. Otra de las incoherencias de la obra es que, a pesar de su importancia inicial, va perdiendo protagonismo según pasan las páginas y que, en realidad, poco hace para llevar a cabo su “plan”, quedando el tema de la homosexualidad muy mal tratado. 
Ju-Jin es una chica atractiva, de mucho carácter y que le dice las cosas claras a Yoshitaka, acompañando a veces sus palabras de una buena bofetada. Resulta muy poco creíble que el protagonista le empiece a interesar. De nuevo, estamos ante un caso más propio de shonens que de shojos con una chica violenta y chillona que por dentro, en realidad es dulce y amable y que parece ser la única capaz de ver las virtudes del chico.
En cuanto a Hyun-Na es tal como la describió Yagate, una chica que se lía con cualquiera que se le ponga a tiro (añado ahora: lo cual, como es lógico es de mala, malísima. Que Yoshitaka es lo que busca y esté bien y lo suyo es terrible, es una machistada que me da ganas de vomitar). Cumple a la perfección su rol de mala, gastando al protagonista varias jugarretas. La última secundaria de relevancia es Chana Kane, la mejor amiga de Ju-Jin que aparece a mitad de la historia, justo cuando parecía que la autora no sabía muy bien cómo seguir el desarrollo, eclipsando de golpe a todos los personajes. Es la pieza que faltaba para terminar de complicarlo todo así como dar al final la solución a diversos asuntos de la trama, como el problema de Hyun-Na. Cuando parece que podría formar parte de un triángulo amoroso, la historia acaba sin dejar claro qué siente ella.
El mayor punto de la obra se lo lleva el apartado de dibujo. Judith Park crea unos personajes muy atractivos, con trazo seguro, limpio y claro. Buen dominio de las tramas y diseño de vestuario variado y cuidado. Como es habitual, los fondos escasean y se suelen sustituir por diferentes motivos. Sin embargo, aunque hay viñetas o portadillas muy trabajadas, en otras no se nota el mismo nivel de cuidado y le salen rostros un tanto extraños entre otros defectos.
En lo que a edición se refiere, Planeta recurre a su habitual papel reciclado pero de buena calidad. La obra carece de sobrecubiertas, como aquellos primeros que sacó en formato tomo, pero a su favor tiene haber mantenido las primeras páginas a color, con una buena rotulación de textos. Los diálogos, algunos de ellos poco naturales, no se sabe si se deben a la deficiente narrativa de la autora o a una adaptación poco acertada. De todos modos, en conjunto, para el precio reducido de 5,95€ no es una mala edición a pesar de que la editorial ha sacado tomos a ese precio que sí tenían sobrecubiertas.
En conclusión, Y’Square no es una opción especialmente recomendable. Quizás la secuela, no publicada en España, mejorase la valoración del tomo al dejar cerrada de mejor manera cuestiones que aquí quedan abiertas, pero no es posible valorarlo. A pesar del atractivo grafismo y del bajo coste del tomo, la historia tiene muchas deficiencias y los personajes no terminan de agradar, ni en conjunto ni individualmente. Sólo aquellos con un mínimo de curiosidad por ver qué se hace en Alemania, en cuanto a shôjo manga, podrían tener en esta obra su mejor opción de las tres publicadas.