La obra de Teresita Noemí González, plantea uno de los temas más acuciantes de nuestra época: el de la contaminación ambiental, en otras palabras, la cuestión ecológica. En efecto, la acumulación sistemática de fotos que nos muestran objetos no biodegradables, como botellas de plástico, latas de aluminio, etc… que infestan – como basura tóxica – las playas de nuestros ríos, pretenden concientizarnos sobre los graves peligros que acechan a la humanidad. No solo la emisión de gases de los motores a combustión sino también el humo de las chimeneas de la sociedad industrial avanzada (resultados del “progreso”) envenenan el planeta, que heredarán nuestros descendientes en un futuro que se anuncia, como apocalíptico. Su trabajo, distópico, es una denuncia formidable contra el avance de la autodestrucción humana. Si seguimos así, moriremos intoxicados por nuestros propios residuos.
Osvaldo González Real. Curador, Abril 2016.
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