A lo largo de mi vida he conocido a muchos tipos de personas, algunas de ellas inclasificables y otras que encajaban en un prototipo u otro. Me gusta pensar (aunque no sea una clasificación rigurosa) que en lo relativo a la moda se pueden agrupar en tres: gente que tiene estilo, gente que no lo tiene y gente que crea estilo. Me explico, es sencillo: Tener estilo lo puedes tener ojeando la Vogue en tus ratos libres y ojeando algún que otro blog, en los cuales las egoblogguers siguen los mismo patrones y no se salen de las líneas marcadas por los diseñadores más in. No es algo complicado apostar por una camisa que has visto ya cincuenta veces en la calle. Lo que es más complicado es elegir algo diferente, algo que no has visto por ahí, te la juegas, pero ¿qué importa? ¡Si a ti te encanta!
¿Acaso Kate Moss cuando se puso las Hunter por primera vez en Coachella de la mano de Pete Doherty sabía el efecto que iba a provocar? No creo, la verdad. Pues esa foto dio la vuelta al mundo. Automáticamente todas querían unas.
Pasa lo mismo con Carrie Bradshaw con los míticos Manolos que popularizó de una forma masiva, o Victoria Beckam con los famosos Louboutin, que ha convertido en su sello de identidad.
Tampoco Alexa Xung o Sienna Miller sabían que iban a poner de moda las Superga, pero lo hicieron. Por casualidad. ¿Acaso creéis que la primera persona que se enfundó unos pantalones pitillo lo hacía sabiendo que llegarían a la moda después y que todo el mundo tendría unos? Reflexionad sobre esto. Lo que intento transmitir es que el mundo de la moda es muy flexible, en constante cambio, crecimiento... Cada temporada hay 5 o 6 tendencias que inundan las calles y la gente que se lo puede permitir las lleva. Esto ocurre unas 4 o 5 veces al año. Multiplica.
Pero ¿acaso no es muchísimo más divertido crear las tuyas propias? No estoy diciendo que alguna que otra tendencia te guste y que caigas en ella, pero tiramos muchísimo dinero a la basura cada vez que nos compramos algo que está de moda (me refiero a esas cosas efímeras de la moda) y a los 2 meses no nos gusta, no nos convence, ya no está de moda. Atrévete a invertir en tu propio estilo, es la mejor inversión que hay, es tu sello, tu marca personal, tu distintivo, tu toque, es lo que te diferencia de la masa de soldaditos vestidos iguales que se pasean por las calles de tu ciudad.
En realidad, el estilo tendría que ser definido como ''habilidad o don que una persona tiene para seleccionar las prendas de ropa que mejor se adaptan a su figura y que muestran su personalidad a grandes rasgos, confiriéndole un aura especial'' .