“Hay decisiones que marcan a fuego, y perdones que se venden muy caros. Los errores siempre dan paso o a una reconciliación o a un final. Un matrimonio sin rumbo. Una mujer en rebeldía. Un hombre que lo cambió todo. Uno siempre valora lo que tiene cuando ya lo ha perdido. ¿Y tú qué harías por…?
Después de leer la primera parte de esta novela tenía que leer la segunda novela si o sí. Más que nada porque despues de ese final tenía que saber lo que sucedería con Olivia y Zac. No sabía que esperar pero he de decir que Lena Valenti me ha vuelto a sorprender. Me ha dejado de piedra, ya lo consiguió con la primera parte pero con la segunda me ha dejado aún más petrificada.
Si algo destacaré de Lena Valenti es su versatilidad. He conocido pocas autoras que sean tan versátiles como ella. Además es capaz de dar a sus novelas un toque de frescura y sorprender a la vez con tramas interesantes y originales. Y aquí quiero hacer un inciso. No se trata de que lo que cuenta sea original, que también, sino como se cuenta. Muchas veces pensamos que una historia que estamos leyendo ya la hemos leído pero quizas no desde ese punto de vista. La originalidad de una novela muchas veces esta en la narracion de la historia y el enfoque. Pues bien con esta segunda novela Lena Valenti me ha vuelto a sorprender.
El final de la primera novela es apoteósico. Te deja completamente descolocada pero en esta segunda parte vuelve a rizar el rizo. Si en la primera novela nos cuenta como un matrimonio las cosas pueden complicarse por dar las cosas por sentado y pensar que la persona que elegimos va a estar ahí por descontado. En esta segunda novela nos encontramos con como Zac y Olivia se enfrentan a un futuro incierto pero esta vez separados.
Zac ha conseguido no sólo entregar su novela sino convertirla en un best seller que le ha dado mucho dinero. Ahora vive en un ático de lujo en la capital catalana pero el dinero no lo es todo y se siente frustrado por no poder compartir sus éxitos con la única persona que ama.
Olivia por su parte se enfrenta al hecho de que no es la víctima. Descubre que un matrimonio es cosa de dos y que no sólo uno de los dos tiene la culpa de que la cosa no vaya bien y que fracase. Olivia se da cuenta de que los recursos no son objetivos y que quizás ella no supo ver lo que tenía delante.
Ambos se enfrentan a situaciones nuevas pero con la convicción de que su vida ha cambiado y deben adaptarse. Sin embargo, en su soledad, y lamiéndose las heridas descubren que aún hay esperanza y que quizás su matrimonio se puede salvar.
Sin duda son dos novelas que recomiendo. Todo lo que yo pueda contar es poco ante lo que hay entre sus páginas. Ninguna de las dos reseñas hace justicia a las emociones que senti cuando leí las novelas.