En julio de este año, cuando el PP no llevaba ni una semana con la resaca de haber ganado presuntamente las elecciones ya se anunciaban recortes en Sanidad, en prestaciones y subidas de la luz (que se fueron retrasando hasta ganar la investidura). El Gobierno redujo las prestaciones para los nuevos beneficiarios. Después, endureció los requisitos para acceder a la ayuda de 426 euros para personas en paro que agotaran todas sus prestaciones. Hoy, con la aprobación de nuevos cambios en las pensiones y, de paso, el endurecimiento de las condiciones para cobrar el subsidio especial para mayores de 55 años, da un paso más y se lo pone más difícil a un colectivo de complicada colocación en el mercado laboral. Hasta ahora, las personas mayores de 55 años que agotaban todas sus prestaciones y que cumplían con todos los requisitos para poder cobrar una pensión, excepto la edad para acceder a ella, podían acogerse a este subsidio. Sus rentas no podían ser superiores al 75% del salario mínimo interprofesional (en 641 euros actualmente). Sin embargo, a partir de ahora se computarán las rentas de toda la unidad familiar, es decir, de todas las personas con las que conviva el potencial beneficiario. Esas rentas totales se dividirán entre los miembros de la unidad y si el resultado es superior al 75% del salario mínimo, la persona no podrá cobrar la ayuda. Es el mismo requisito que se incorporó a la ayuda de 400 euros el pasado agosto. Las nuevas condiciones harán más difícil cobrar el subsidio. Por ejemplo, una persona que conviva con su pareja no podrá percibir la ayuda si esta cobra unos 930 euros al mes. Lo mismo sucede en el caso de personas que convivan con hijos que perciban, por ejemplo, un salario mileurista. En el caso de una familia de tres miembros, bastará con que uno perciba 1.500 euros o dos de ellos alrededor de 750 euros, para que la persona no pueda acceder al subsidio.
Finalmente, Rajoy, anunciaba el jueves la composición de su nuevo Ejecutivo. Sáenz de Santamaría, quien daba la cara los viernes tras el Consejo de Ministros, dejaba de ser la portavoz del Gobierno. A cambio, la vicepresidenta mantendría el Ministerio de la Presidencia, que cuenta con el CNI bajo su jurisdicción, y ganaba Administraciones Territoriales en una legislatura en la que las relaciones con las comunidades autónomas con Catalunya a la cabeza será fundamental. La entrada estrella en ese Gobierno del PP era Dolores de Cospedal. La todavía secretaria general se hizo con una de las carteras menos políticas pero con más presencia mediática. Cristóbal Montoro permanece en Hacienda y Función Pública. Repite cargo, aunque pierde la parte relacionada con las comunidades autónomas, en manos de Santamaría. Montoro tendrá el reto de cuadrar unas cuentas complicadas, sin mayoría absoluta, con presiones de la UE por ajustar el déficit y con los ayuntamientos del cambio rebelados contra sus políticas. Juan Ignacio Zoido, exalcalde de Sevilla, es la gran sorpresa en el ministerio de Interior. Nadie había anticipado ni siquiera por asomo su presencia en el Gabinete y, mucho menos, en un ministerio tan delicado. Sustituye a Jorge Fernández Díaz, quien había acumulado una multitud de escándalos y actuaciones condenadas por la oposición. Zoido comparte con su predecesor fervor religioso, marcado carácter conservador y ninguna experiencia en la materia. Íñigo de la Serna Hernáiz ocupará Fomento. Dolors Montserrat, la única catalana en el Gobierno, ocupará el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Tendrá que concretar el acceso a la sanidad pública de los inmigrantes en situación irregular. Se espera que lidere la aprobación de un pacto de Estado contra la violencia machista, una de las exigencias de PSOE y Ciudadanos en la investidura.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que el jueves hacía pública la composición de su nuevo gobierno, inició su segundo mandato con un incremento de 44.685 parados respecto al pasado mes de septiembre. El número total de parados en noviembre, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo, se situó en 3.764.982. Por lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, en el mes de octubre se registraron 101.335 cotizantes más, lo que sitúa el número total de ocupados en 17.813.356. Estos datos, según la peculiar interpretación que hizo Rajoy en su último discurso de investidura, deberían dejarnos tranquilos respecto al futuro del sistema, ya que, por cada nuevo jubilado, la Seguridad Social registra seis entradas, aunque lo cierto sea que la jubilación es para toda la vida y esos seis nuevos cotizantes pueden serlo por contratos de un mes, de una semana, de un día… y que la cuantía de la cotización media se sigue desplomando.
Soraya gana la batalla a Cospedal: la vicepresidenta controlará a los espías. Volverá a dirigir el CNI pese a la oposición de gran parte del Partido Popular mientras que María Dolores de Cospedal será la nueva ministra de Defensa. Con este movimiento, Mariano Rajoy consigue equilibrar el poder de Santamaría y Cospedal. Tradicionalmente enfrentadas, tendrán que convivir en un Ejecutivo difícil de cuadrar en base a los intereses opuestos que siempre han mantenido la vicepresidenta y la secretaria general del partido. En las últimas semanas hubo una lucha soterrada sobre quién controlaría a los espías. No eran pocas las voces del PP que solicitaban que esta competencia dejase de estar en manos de Soraya Saénz de Santamaría. Tradicionalmente enfrentadas, tendrán que convivir en un Ejecutivo difícil de cuadrar en base a los intereses opuestos que siempre han mantenido la vicepresidenta y secretaria general del partido. Según Jose Alejandro Vara, en Vozpópuli, Cospedal recibe una recompensa muy tibia, lo que alienta las versiones de que haya luchado por continuar al frente de la secretaría general del PP tras el próximo Congreso. “En su supuesto pulso con Soraya, aparece como neta perdedora. No podía ser de otra forma ni Rajoy podía hacer mucho más. La sombra de Bárcenas le persigue. Imposible su entrada en Interior o en Justicia, como algunos apuntaban”.
“Mariano Rajoy –escribe Vicente Mateu, en Diariocrítico– ha vuelto a demostrar sus dotes para el encaje de bolillos. Todo cambia para que todo siga igual: Soraya Sáenz de Santamaría dejará de ‘quemarse’ en los Consejo de Ministros y, además de la vicepresidencia del ministerio de la Presidencia –y, ojo, del CNI– amplía sus competencias a las ‘administraciones territoriales’, es decir, de Cataluña, el mayor desafío que enfrenta España en estos momentos y, de rondón, le quita la financiación autonómica a Cristóbal Montoro, otro punto fuerte de la nueva legislatura. Con calzador, ha situado a María Dolores de Cospedal en Defensa, una cartera relevante en el organigrama aunque para la que no se le conocen méritos especiales. Claro que tampoco los tenía Carme Chacón”. Maria Dolores de Cospedal, ex presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, es la nueva ministra de Defensa en sustitución de Pedro Morenés que sale del Ejecutivo. Este ha sido uno de los grandes cambios en la remodelación del Gobierno planteada por Mariano Rajoy que rejuvenece las carteras ministeriales. Cospedal ve recompensada así su dura labor en el partido como cara visible de las explicaciones por el caso Gürtel y el contrato en diferido del ex tesorero Luis Bárcenas. La gestión de los papeles de Bárcenas, el ya famoso 'despido en diferido' del ex tesorero del PP y otras cuestionadas gestiones de su etapa como presidenta de Castilla-La Mancha, serán una losa sobre la titular de Defensa, que no debería encontrarse tiempos demasiado difíciles en su área”.
La salida de José Manuel García Margallo y Jorge Fernández Díaz son, según José Alejandro Vara, en Vozpópuli, los dos gestos más claros del empeño por trasladar una imagen de renovación de un Ejecutivo anquilosado. “Margallo ha sido el ministro más polémico por su afán de manejarse como un 'verso suelto', inmiscuirse en cuestiones políticas ajenas a su departamento y por mantener una guerra frontal con la vicepresidenta. Su larga amistad con Mariano Rajoy se vio enturbiada por un amago de traición, en los momentos más duros para el actual presidente, tras las elecciones del 20-D. Fernández Díaz, uno de los miembros más abrasados del equipo, cerró su gestión con el escándalo mayúsculo de las conversaciones secretas con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña. Su incapacidad absoluta de poner en orden lo que se ha denominado 'las cloacas de Interior' derivó en enfrentamientos inopinados y guerras intestinas entre comisarios y altos cargos de la Policía. Un departamento fuera de control. Ambos ministros salientes formaban parte del núcleo más cercado a Mariano Rajoy, que incluso se transformó en una especie de bloque 'anti-Soraya' en el denominado G-5, que incluía también a Soria, Pastor y Cañete”.
“Si Rajoy retrasó tanto el anuncio de su nuevo Gobierno es porque se lo estaba pasando pipa esta semana con nuestras quinielas, rumores y especulaciones –escribe Isaac Rosa en Público–. Yo me lo imagino en la salita, mirando redes sociales y prensa digital, entusiasmado, contándole a su mujer: ‘Mira, Viri, aquí dicen que voy a poner a Durán Lleida… ¡Y a José Antonio Marina en Educación! Sí, claro, y a Rivera de vicepresidente, no te jode’. Que sí, que Rajoy iba a sorprendernos con un Gobierno renovado: caras nuevas, jóvenes, independientes, perfil técnico, gente de talante dialogante, algún golpe de efecto hacia Cataluña, un detalle con Ciudadanos, un guiño al PSOE tras el mal trago de la investidura… Esperábamos al nuevo Rajoy, el presidente del tiempo nuevo, el gobernante capaz de reinventarse para una etapa llena de desafíos, diálogo y grandes acuerdos, donde el Parlamento iba a bla bla bla (…) Ahí tenéis, abstencionistas del PSOE: si no queríais Rajoy, dos tazas. Un Gobierno de más de lo mismo. Como si tuviera mayoría absoluta. Mantiene su núcleo duro, confirma a los responsables de los recortes, de la amnistía fiscal y la reforma laboral. Además, premia a la secretaria general del finiquito en diferido, asciende a dos alcaldes leales y a su fontanero económico. Ah, espera, que en Exteriores ha puesto a uno que nadie esperaba. Hasta ahí llega la capacidad renovadora de Rajoy. Un Gobierno más pepero todavía que el de 2011, cuando sacó la mayoría absoluta... Un Gobierno de fieles que parece más pensado para seguir por el mismo carril e ir preparando las siguientes elecciones que para esa fantasía de ‘Gobierno del Parlamento’ que nos había contado el PSOE, y que ahora va a ir explicando por las asambleas a sus militantes. Ahí tenéis eso, PSOE y Ciudadanos. Más Rajoy, puro Rajoy, y además en su estilo: sin rueda de prensa, con una nota simple tras todo un día esperando. Toda una muestra de que llega una nueva época. Pero seamos justos con él: hay que reconocerle la audacia de dejar fuera a Fernández Díaz. Habría sido ya mucha chulería mantenerlo, pero siendo Rajoy, yo me creería hasta que lo pusiera de portavoz del Gobierno”.
Pep Roig tiene razón, España celebra la fiesta de “Nadidad” del presidente Rajoy. “En nuestra época –comenta el dibujante mallorquín en Última Hora–, es corriente escuchar o leer frases que rezuman agresividad: publicidad agresiva, campaña agresiva, conducta agresiva, como si todo éxito dependiera de ir repartiendo bofetadas, patadas y empujones por doquier. Por eso mismo se proclama y aclama la acción, el dinamismo permanente, como vía indispensable para alcanzar el objetivo (el que sea) y el éxito (como sea). Pero, hete aquí que ha sido precisa la irrupción de Mariano Rajoy para que haya quedado desmontada (en España) la teoría del esfuerzo, según se desprende del éxito personal y político conseguido con su aparente dejar hacer, cómodamente instalado en su sofá virtual viendo como sus rivales se baten en “batallas” de las que él se ha eximido. Todo un ejemplo para los jóvenes a los que, viendo como le ha ido a Rajoy, será difícil de convencer de que es preciso levantarse y trabajar; y si caes volver a levantarte y trabajar y volver... Todo lo contrario de lo que en apariencia ha hecho el reelegido presidente del Gobierno, quien tras ser investido lo primero que hizo fue marcharse a Galicia para celebrar su “Nadidad” (de nada). Claro que el renovado presidente ha contado con la consabida desunión de todos los partidos de la izquierda, más empeñados en despellejarse entre sí que en alcanzar los acuerdos necesarios. Y mucho más en el caso del PSAE (Partido Socialista Andaluz Español), empeñado en represaliar a los diputados del “ex PSOE”, que votaron no a que el presidente de Gobierno sea el líder del partido inmerso en varias causas judiciales por corrupción. Así que, jóvenes de España, seguid el ejemplo de Rajoy: no hagáis nada”.“OJO: NO CORREGIR LO DE “NADIDAD” POR NAVIDAD”
El escritor, historiador y periodista argentino, Martín Caparrós, publicaba el 28 del pasado mes de octubre, un artículo en le edición española de ‘The New York Times.es’ en el que criticaba duramente a la monarquía e invitaba a Felipe VI a “vivir como uno más, hacer las cosas por su propio esfuerzo” y le aconseja que abdicase, se consiguiera una casa y se buscase “un buen empleo”. Descendiente de un republicano español que tuvo que exiliarse en la Guerra Civil a Buenos Aires, Martín Caparrós, quien curiosamente, hace unos años, recibió el Premio Periodístico Rey de España, le dedicaba el artículo a Felipe VI. En el texto, que lleva el título de ‘A Su majestad, el rey de España’, escribía que Felipe VI “tiene una vida rara”: “Para empezar, nunca debió ganársela: tiene, desde antes de nacer, sus necesidades básicas –y muchas otras– satisfechas. Tiene, desde antes de nacer, por un sistema caprichoso que solo se le aplica a usted, su vida más o menos definida. En esa extraña lotería personal, le tocó un trabajo rumboso pero bastante rutinario”. Caparrós añadía en el mismo artículo: “No debe ser fácil, señor, Sumajestad. (Disculpe, no sé si hay que llamarlo así; no sé qué dice un protocolo que, por suerte, ya vamos olvidando). Nunca es fácil ser un heredero: ser ese que debe todo a los esfuerzos –políticos, económicos, públicos, ocultos– de papá”. Martín Caparrós atacaba a la monarquía por ser “una institución tan extraña, tan de otros tiempos, de otras sociedades” y le pedía al monarca que renunciase y se consiguiera una casa y se buscase “un buen empleo”. “Debería pensar en renunciar”, algo que generaría “sorpresa” y “respeto” en una sociedad “donde nadie tenga privilegios por motivos tan bobos como su ascendencia. Es más fácil postular que nadie debe tenerlos por su dinero o su poder: que si alguien engaña o roba, debe ir preso, sea quien sea, tenga lo que tenga; que si alguien necesita comida o salud o educación debe obtenerlas, sea quien sea, sin diferencias de poder o dinero, y todos viviríamos mejor”, añade. Por ello invitaba al Rey a “vivir como uno más, hacer las cosas por su propio esfuerzo, porque entendió que privilegios como el suyo, por puro mérito de cuna, ya no tienen ningún sentido en estos tiempos; que todos los españoles deben ser iguales y que eso lo incluye”.
Caparrós explicaba que “una nación no necesita a una persona, a un rey, como símbolo” y que “eliminar los privilegios por nacimiento de la Familia Real contribuiría a acabar también con los privilegios de dinero o poder en España”. El periodista continuaba señalando los motivos por los que debía abandonar su trabajo: “No es nada personal. Al contrario, creo que es por su bien, por eso se lo digo. Su trabajo es aburrido y un poco rancio y bastante cómodo –no tiene jefes, no lo pueden echar, no hay quién le mida los horarios, no pueden amenazarlo con una reducción de personal– pero tiene una exigencia fuerte: debe usarlo, señor Su Majestad, para buscar su lugar en los libros de historia. Y no es fácil: su papá, señor, hizo lo más difícil”. Martín Caparrós recomendaba al Rey que pusiera fin a la monarquía dentro de unos años, cuando se hubiera resuelto el ‘caso Nóos’ que salpica a la infanta Cristina y a su marido y así “todos puedan apreciar la grandeza inmarcesible de su gesto”. “Quién sabe, dentro de un par de años, cuando acaben de juzgar a su cuñado fraudulento, cuando su padre ya no suene a elefantes difuntos o arribistas de revistas, cuando esos episodios se hayan difuminado en las memorias”, escribía. “Pero no entienda la abdicación como su renuncia en favor de la princesa Leonor, sino como poner fin a la monarquía en España”. Y le aconsejaba “vivir como uno más, hacer las cosas por su propio esfuerzo, porque entendió que privilegios como el suyo, por puro mérito de cuna, ya no tienen ningún sentido en estos tiempos; que todos los españoles deben ser iguales, que eso lo incluye y que por eso declarara caduca y caducada la institución que representa, y propone acabarla”.
Un total de 16 de los mejores caricaturistas europeos se dieron cita esta semana en Gijón, en el X Congreso Internacional de Caricaturistas, organizado por el asturiano Rafa Leafar. Estuvieron representadas todas las técnicas, desde el grafito a la acuarela, pasando por la arcilla, el collage o la silueta. La estrella fue el caricaturista belga, Jan Op De Beek, un virtuoso que es toda una institución en el gremio. Lefar considera que citas como ésta son señal de buena salud de un arte que aún es minoritario. La tarde del viernes estuvieron en el Cafle Dindurra, haciendo caricaturas con cualquiera que lo desease, niños incluidos, explica Rafael. Además, se buscó darle al acto una vertiente benéfica. Y, si el 'cliente' quedaba satisfecho ofrecia un pago destinado a dos entidades benéficas relacionadas con la juventud, como Mar de Niebla y Fundación Siloé.
Entre las fotomontajes del momento, recordamos la de estos obispos, riéndose de los recortes. Y la de Ana Pastor, la presidenta del Congreso de Diputados. O lo que dijo Owen Jones en Eco Republicano: el PSOE no solo ha traicionado a España, sino también a Europa.
Imagen de Dolores de Cospedal, Ministro de Defensa. Corred, insensatos…
El Jueves muestra a Rajoy, que vuelve.
Las miraditas contra Pedro Sánchez.
Gabinete de altura.
Proscojoncio, en Twitter: ¡Y si alguno menciona lo del despido en diferido, vive Dios que le tendré haciendo flexiones hasta que Íñigo Errejón se deje barba!
Cospedal en el próximo desfile militar!, por @fer_novato
El humor de esta semana en la prensa: Forges, Peridis, El Roto, Manel F, Vergara, Sansón, Davila, Faro, J. R. Mora, Pat…
Pep Roig dibujó: Por fin, el fin, Premio, Moda, Qué hay de lo mío, La política tiene un precio, Lo mismo….
Entre los vídeos de esta asemana, Rivera acusa a Rajoy de pensar más en el partido que en el país. Europa Press
La ministra de Defensa, Carme Chacón, reprochaba en febrero del 2010 a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tener poca seriedad por la pregunta que hizo en el Senado sobre si el Gobierno de España tenía la intención de autorizar que, en el aeropuerto de Ciudad Real, se instalase una base militar de los Estados Unidos. Así le contestaba la entonces ministra de Defensa a la futura ministra. La entonces ministra de Defensa sacaba “los colores” a Cospedal en el Senado. La ministra de Defensa saca "los colores" a Cospedal en el Senado PSCMPSOE