Y15W16: Galeano

Por Francescbon @francescbon
Las luces son crepusculares y la primavera empieza a apoderarse de las ramas por doquier. Yo me travisto de cursi y empiezo con las loas y los panegíricos y a todos se nos pone el corazón en un puño y nos tanteamos los bolsillos de las chaquetas de entretiempo, a la búsqueda del socorrido pañuelo que, indefectiblemente, no está.Porque Galeano ha muerto y Galeano representa un hito en este blog, en este nada modesto rincón de la virtualidad el ataque y defensa de Galeano representó un antes y después con cotas aún inalcanzadas, y me pasmo de ver que sí, que Horacio tiene razón y fueron 70 comentarios, ay, señores, qué mal van estas cosas para las curas de humildad, escribo para un blog literario de prestigio, nos leen 7000 cada día, somos fijos en el top 10 de influencia, y resulta que esta sola entrada de un blog personal acumula más comentarios que la que más del otro, que son unos 70 e inflamados de chiflados ultracatólicos ensimismados en el engendro del Caballo de Troya. Olvidaos de que aquí habláramos de pamplonas y de otras cosas, olvidaos que la gran polémica la suscitara, granada bajo la mesa, el odio visceral de Quién Pereira, a la sazón compatriota del finado e, igual, no creo, pero a veces la consciencia oprime, primero en postrarse a llorarlo. Olvidaos de que las defensas estaban arremolinadas en torno a Horacio, presidente de la república del comentario desbocado. Iguala eso, quién sea, iguálalo, 70 comentarios. Con sus desvaríos, con sus comprensibles intercambios de argumentos pringados de subjetividad, de personalidad de quien comenta.Galeano es un icono aquí porque allí estuvimos muchos y estuvimos mucho rato, y más de uno rebeló aspectos de su personalidad de los cuales sospechábamos con fundamento pero ahí esos fundamentos pasaron a cimientos y sobre esos cimientos edificamos esos palacios de verano a los que, gustosos, volveríamos, si todo fuera igual, si el momento pudiese meterse en la nevera para que tarde en congelarse, como una botella de buen limoncello.Germán dijo:
Respecto a lo que dice Talita sobre la gente que adora a Maradona, a mi me pasa lo mismo con los que usan camisetas del Che, los incondicionales de última hora de la gente que se muere (Soriano, Fontanarrosa, Spinetta, Pappo, Luca Prodan, etc) y me pasa lo mismo con los seguidores de Orsai que hablan del "olor de la revista". No hay nada tan insoportable como la gente que es incondicional a cualquier cosa que no sea a uno mismo
Cómo se echa de menos por aquí ese pertinaz cabreo mezclado con sentido del humor tan propio de Germán. Veo a los que intervinieron en esa pieza única, lo veo algo precipitadamente, he de reconocer, pues me mueve esa angustia propia de los domingos por la tarde, ese querer hacerlo todo antes de que anochezca y entremos en otra espiral de cinco días sacrificados al absurdo juego de la subsistencia, veo a Talita y veo a Karina Ocampo y creo que en ese diálogo multicontinental y multicultural pero monotemático está la esencia de la civilización moderna y seguramente el misterio de por qué no va a haber puñetazos entre nosotros, porque somos capaces de discutir hasta la extenuación y de sacar (al menos yo) conclusiones desproporcionadas por cómo un tipo acaricia la cabeza de su perro mientras lee, de elevarlas a aspectos capitales de la personalidad, y luego relativizarlas porque sí, quizás era el tipo que hizo el montaje del vídeo de marras, a lo mejor fue el tipo que se le había encaprichado un hijo de tener una mascota y prefería eso, prefería la imagen del perro a los pies del sofá que no al perro destrozando a dentelladas cualquier par de zapatos de precio prohibitivo.
No lo sé: Talita mencionó en FB momentos como ese, y yo, que soy de los que abogo siempre por mirar al frente y no vivir a expensas de la nostalgia, que es una carretera de un solo sentido, pensé un poco lo mismo, y pensé, quizás, tal vez, quién sabe, who knows, quizás algún día dés otra vez con la tecla, no desesperes, sigue probando, sube otra vez a rematar el gol que fallaste, sigue leyendo y sigue escribiendo y sigue enviando botellas al mar, porque los barquitos chiquititos (avisé de lo de cursi) que surcan estas aguas, puede que las tomen, las abran, y piensen, mira, sí, hoy, mira, sí, vamos otra vez a empezar.