Ya basta de mitos y timos

Publicado el 30 diciembre 2014 por Belduque

En pleno siglo XXI y la humanidad esta arrastrando una de las peores luchas ideológicas que no se había visto en mucho tiempo. Antiguamente solo por medio de la radio, la televisión u otras publicaciones pagadas se podía tener acceso a toda la parafernalia relacionada con pseudo-ciencias y demás corrientes “alternativas” que subsistían por medio de los pagos que sus seguidores les hacían, como quien es fiel a un culto y para mantenerlo les “dona” dinero.
Sin embargo, hoy en día, gracias al internet y las redes sociales las personas tienen acceso a un sinnúmero de portales de noticias, de difusión cultural y científica, que aportan mucho para poder tener una mejor sociedad más y mejor informada. Pero también existen los mercaderes de la mentira, que incluso cobran y poden donaciones para seguir propagando sus falacias y sofismas de falsas conspiraciones que mundos “ocultos” y verdades a medias que solo una mente muy nublada y sometida podría creer factibles.
Esta carrera por deshumanizar a las personas por medio de las redes sociales ha sido parte de esa corriente neo-oscurantista que se ha expandido gracias a las “libertades” que da el internet. Y si digo que buscan deshumanizar, es debido a que sus impulsores hacen todo lo posible por censurar a todo aquel que pone en duda sus aseveraciones descabelladas y cuestiona la veracidad de sus supuestas revelaciones. Recordemos que la cualidad más básica del ser humano es ser analítico e inquisitivo, por lo que impedir que se dude y se cuestione algo es totalmente deshumanizante. 
Desde videos de supuestos secretos extraterrestres hasta falsos milagros espirituales se puede encontrar en ese movimiento que busca que el ser humano deje de buscar el conocimiento y el saber y opte por solo creer y seguir vacías ideas que sirvan como analgésicos o estupefacientes del alma. Si por ahí se dijo “La verdad os hará libres”, ¿por qué se idolatra tanto a las mentiras y a sus promotores?
Falsos mártires y falsos profetas de las redes sociales exigen ser seguidos y que sean creidas sus palabras sin el más mínimo cuestionamiento, y condenan a quienes no obedezcan sus “iluminadas” palabras. Así comenzaron muchas de esas peligrosas sectas que se dedican a cazar a personas deprimidas y melancólicas que buscan que venga alguien a arreglarles su vida, pero lo que no saben es que se ponen las cadenas más pesadas y duras de romper, las cadenas de la ignorancia voluntaria, no deseas saber la cruda realidad, solo creer una dulce mentira.
Cada quien es libre de creer en lo que quiera, hasta en mentiras, pero si se le señala la realidad, los hechos reales y verificables, pero esa persona prefiere seguir en la mentira, ella misma ha elegido su propia condenación a una vida de yugo servil e inhumano, tirando a la basura su propia dignidad humana.
En el mundo del misterio hay varios tipos de personas, los que dicen o creen tener alguna facultad, habilidad o conocimiento especial y que por ello se creen “especiales”; los que creen que son incomprendidos por el mundo por sus “cualidades especiales”; y los que creen que no pueden ser desenmascarados. Y también estamos los que no nos interesa creer en nada, ni en nadie, solo nos interesa constatar que los hechos sean reales para así salir de toda duda.
Hay muchos “misterios” que ya han sido desmitificados, muchos mitos que ya han sido resueltos por la ciencia, pero si la gente sigue defendiendo ideas erróneas y falsables, es como si ellas mismas quisieran volver a vivir en las cavernas temiéndole a la noche, adorando al Sol y al fuego como si de algún tipo de magia se tratara.
El ser humano no necesita creer en algo para sobrevivir en el mundo, necesita conocer lo real, lo palpable, lo tangible, para poder vivir en un mundo de hechos reales. ¿Para que perder el tiempo creyendo cosas en un mundo de hechos reales? La realidad es cruda, pero es bella. Que tengas una desmitificante noche.
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