El protagonista de Stay es Quinn, un terapeuta que despierta atrapado en una misteriosa habitación. Su objetivo no será otro que escapar de dicho encierro, si bien no contará con muchos elementos para salir airoso. Un ordenador conectado a un chat constituye su principal esperanza para recuperar la libertad. Al otro lado del chat nos encontraremos nosotros, quienes debemos ayudar a Quinn a lograr su liberación.
La narrativa, la resolución de puzles y el suspense son ingredientes fundamentales en este juego de terror psicológico 2D. Nuestras decisiones determinarán su futuro a lo largo de los 24 capítulos de los que consta esta historia interactiva. Así pues, existen 7 finales diferentes. Todos estos elementos hacen de Stay un título totalmente rejugable.
El tiempo es otro factor que juega en contra. El cautiverio discurre en tiempo real, el reloj nunca se detiene, por lo que cada minuto que estemos sin jugar supondrá que Quinn tenga que arreglárselas por sí mismo; una cuestión que podría tener consecuencias. Esta lucha contrarreloj hará mella en Quinn, llevando su estado de ánimo al límite. La empatía que mostremos con él será clave para que Quinn mantenga un equilibrio emocional y confíe en nuestras decisiones.
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