Esto se lo debo a algunos magníficas personas que forman parte del mundo de los libreros, y que conocen perfectamente las limitaciones y dificultades que encontramos los escritores primerizos en nuestro afán de darnos a conocer. Es imposible competir, por ejemplo, con la nueva obra de Paulo Coelho, que aparece en cada escaparate y cada stand de novedades con la persistencia de lo que es: una obra con grandes aspiraciones, y con un enorme y costoso trabajo de marketing a sus espaldas.
Un consejo a todos los que, como yo, intentan abrirse camino en el complicado mundillo editorial: No os desanimeis. Si vuestra obra es buena, superará todas las barreras que este tipo de "personas" imponen. Algún día, vuestra novela, o vuestro poemario, se abrirá paso hasta hacerse un hueco en todas las librerías. Hasta entonces sólo queda aguardar. Paciencia y libros, es todo lo que nos queda. Y no es poco.