Envalentonados por la victoria de su socio natural por afinidades e intereses, CiU ya ha empezado a asentarse en todas las esferas del poder. Le faltaba la calle. Es la derecha. Se les distingue fácilmente, hablen el idioma que hablen, pese a sus guiños de complicidad a una burguesía ahora empobrecida por los bancos, sus otros amigos, que es más progresista que ellos en algunos aspectos y que ahora calla.
Se me ahogan las palabras entre las porras y los golpes. Utilizan la violencia contra palabras, ideas, inteligencia y pensamiento crítico porque no saben hacer otra cosa. Contra el progreso, reacción y atropello. Lo peor es que han venido para quedarse y por mucho tiempo, al menos hasta que la izquierda se reorganice y ofrezca una alternativa real, es decir, mucho tiempo. Los ciudadanos les han votado. Pues bien, ahí están. Tenemos lo que nos merecemos aunque no nos representen. Nos recortan en sanidad y educación para crear una sociedad enferma e inculta, fácilmente alienable. Y se lían a mamporros contra la resistencia. Es la reacción, la barbarie, la venganza de los locos contra el sentido común. Estaba latente: sólo había que azuzarla para que saliera la mala leche de los impotentes y los miopes. Más indignada que nunca, se me ahogan las palabras.
BCN 27M from Daniel Vazquez on Vimeo.