El comienzo de los atardeceres a horas mucho más tempranas, los días lluviosos, las hojas que comienzan a secarse en los árboles, el frío que recorre los rincones de la ciudad... lo envuelve todo en un ambiente espeso, literario y precioso.
Cada otoño saco mis bufandas del armario con la alegría de un niño pequeño, adoro las bufandas, la lana calentita, el calor y cada año, también, me propongo una serie de objetivos que cumplir durante todo el curso:
Lo cierto es que apenas lo cumplo pero bueno la intención siempre está ahí.(shh, no me mintáis, a vosotros os pasa igual)
Este año, entre muchos otros objetivos, tengo pendiente dedicarle mucho más tiempo a leer. A encontrarme leyendo. Creo, al menos eso me ha pasado a mi, que cada circunstancia de la vida, cada edad, cada momento clave en que nos encontremos va acompañado de un tipo de libro, de un género o autor.
Este curso, lo emprendo lleno de ganas de leer a grandes clásicos, libros llenos de tiempo, de ingeniosidad y de paciencia. Este es mi objetivo. Hay libros que solo pueden leerse cuando estás realmente preparado para saber apreciarlos y ha llegado mi momento. Éste es mi objetivo.
¿Y el vuestro? Contadme.
¡Bostezos!