No entiendo porqué muchos se siguen refiriendo a Alberto Linero como "Padre Linero". Se es ordenado al sacerdocio, no a la (permítaseme la expresión) "paternidad"; es el sacramento del orden el cual es indeleble; un sacerdote es sacerdote para siempre, se ejerza o no el ministerio sacerdotal (hasta en el infierno, si se condena, será un sacerdote condenado), pero el carácter de "Padre" sí está supeditado al ejercicio de su ministerio, o sea, a hacer las veces de un Padre espiritual, de un padre que dirige a una familia común en la fe y que, como cabeza de esa familia, la provee de los recursos dispensados por el Señor para que esta subsista espiritualmente, con la administración de la gracia a través de los sacramentos.
Pero cuando, como Linero, se renuncia voluntariamente a ejercer el ministerio, se pierde el papel de "padre" que dirige y pastorea a una comunidad de creyentes. En pocas palabras, Linero es un sacerdote que ha renunciado a ser padre.
Alfredo Rodríguez