Hay tantas cosas que podría contarte sobre mí, que mejor esperamos a mañana, porque si te las cuento todas de golpe, nuestra relación quizás sería demasiado breve (le dije una vez a una chica).
Hay tantas cosas repugnantes, que impiden que se me levante, que solo de pensar en ello, hace que corra el riesgo de que mi flacidez sea haga crónica.
Hay quienes se pasan toda su vida buscando lo que no necesitan, cuando lo encuentran se hacen adictos a lo que sea que han descubierto, y cuando les falta, lo echan de menos, o en el peor de los casos, no pueden vivir sin ello.
Hay parejas tan diametralmente opuestas, que nadie, ni los más optimistas, confían en que duren mucho tiempo, al final, pasan los años, y las dos personas siguen juntas, como si un indestructible pegamento las uniese de por vida. Son los misterios de la existencia humana.
Fran Laviada