Ya no juego a 3DS

Publicado el 26 marzo 2014 por 99redpotions @99RedPotions
Con las ganas que le tenía cuando salió. Me la compré con toda la ilusión del mundo, y me he dejado unos cuantos euros en juegos de todos los gustos y colores. La he paseado por varios continentes, y he acumulado cientos de Miis cual entrenador Pokémon, para nutrir a los minijuegos que compré gustosamente y tener más gorritos para mi avatar virtual. He disfrutado con todos y cada uno de los juegos que he adquirido, y he tenido muy buenos ratos con la consola portátil de Nintendo. Y ahora la veo, ahí, en la esquina de la mesa. Cogiendo polvo cual regalo de edición coleccionista, ya sin batería ni cargador conectado. ¿Qué le ha pasado a la 3DS?

Pues es algo difícil de explicar, pero la verdad es que...no le ha pasado absolutamente nada. 3DS es una consola magnífica, con un catálogo variado y bien surtido de juegacos, con un precio competitivo y que cada vez se vende mejor. Es el salvavidas de Nintendo, su principal fuente de ingresos, y su buque insignia hasta que pase un milagro con WiiU y la gente empiece a encontrar razones para comprarla más allá de las IPs de toda la vida.
¿Entonces qué, Leni? ¿Qué mierdas nos estás contando?¿A qué viene esto?
Es muy fácil: La consola no ha cambiado en nada. El que he cambiado soy yo
Resulta que me he mudado. Antes vivía a mucha distancia del centro, y tenía que hacer trayectos largos en transporte público. Ni se me ocurría salir de casa sin la 3DS. La usaba prácticamente todos los días. Cogía Miis a diario, me pasaba los juegos tranquilamente, y estaba atento a lo que iba saliendo porque sabía que iba a jugar a las novedades y a los juegos que quería jugar. También la usaba mucho antes de dormir, porque al jugar más, tenía más ganas de continuar jugando a lo que había estado dándole durante mi viaje de vuelta a casa.
Ahora, por el contrario, tengo la suerte de vivir cerca de mi trabajo, y a poca distancia del centro. Cuando cojo el transporte público, no me sale a cuenta cargar con la 3DS, porque en el trayecto apenas me da tiempo a encender el juego y echarle unos minutillos. Así que no me la llevo. No recojo Miis, no juego a los juegos que aun tengo pendientes y no estoy atento a las novedades porque se que no tengo momentos para jugarlas y me iba a gastar el dinero para nada. Tampoco juego ya en la cama porque, como no estoy enganchado a ningún juego de 3DS, no siento la necesidad de seguir jugando antes de dormir.

El hábitat natural de mi 3DS

En resumen: algo totalmente ajeno al mundo de los videojuegos, que no tiene nada que ver ni con declaraciones, ni con lanzamientos, ni con el mercado hardcore o casual, ni nada parecido, ha alterado mi opinión sobre la 3DS. Si ahora me preguntárais, os diría: "Yo la tengo ahí, cogiendo polvo". Y no mentiría en absoluto. Y eso, amigos, es lo que tienen las opiniones de la gente. Que son subjetivas, personales, y pueden hasta variar dependiendo de otros factores.
Entonces...¿Por qué nos pegamos tanto por las notas?¿Por qué no somos capaces de respetar las opiniones de otra persona?¿Por qué somos tan duros con la gente que cambia de opinión? Da igual que lo llamemos análisis, preview, crítica concienzuda o reflexión filosófica. Es opinión, y, valga la redundancia, es opinable.
¿Quien te dice a  tí que el tío que le ha puesto un 6 a tu juego favorito no ha tenido un mal día? Y oye, se pone a escribir de todas formas pero, evidentemente, la vida le afecta, y eso ni es censurable ni está mal. Os pueden vender el rollito ese del "analista objetivo", más allá del bien y del mal, pero nadie con dos dedos de frente se puede llegar a creer que una persona llegue a ser objetiva con algo como un videojuego, con tantos matices y elementos. Pero estamos tan acostumbrados al artificio y a la tontería, que la objetividad se ha convertido en un dogma que, pretendiendo dar seriedad al medio, hace justo todo lo contrario. 

Si el gobierno lo promueve...tiene que ser mentira.


Si yo publicara algo parecido a esto en un medio con más alcance que este, tened por seguro que me caerían ostiacas como panes. Me tildarían de Sonyer, de vendido, de recibir maletines y de mil cosas más, ajenas a la situación tan normal y corriente que os he explicado. Algún "No tienes ni puta idea"  caería, y como esta unas cuantas joyitas más, tenedlo por seguro. Incluso algún lector de este blog tan distinguido habrá tenido una primera reacción negativa ante el titular, y es hasta normal porque estamos muy acostumbrados a juzgar y a la colleja rápida en este mundillo. 
Pensad siempre que, detrás de cada texto hay una persona, con sus circunstancias y sus movidas externas, y desconfiad siempre de el que os intente hacer creer lo contrario. Al final esto no es más que la versión 2.0 del "me fío de mi colega, que tiene gustos parecidos". Y a veces, ni con esas funciona, y tampoco es nada malo.