Ya no llueve más

Por David Porcel

Solemos pensar que los terrenos áridos lo son porque no han recibido la lluvia que necesitaban, cuando, por lo mismo, podría suponerse que no han recibido esa agua debido a su aridez. Como la tierra, también la piel se hace vieja. Comparto en el día de hoy este hermoso poema de mi padre:


Ya no llueve más.

Miro al cielo y lo oscuro promete con su aliento de frío.

Pero el cielo miente.

Nunca volverá a llover.

Nunca cerraré los ojos empapados en mi cuerpo gozoso.

No hay ni mañanas ni tardes.

El cielo pregona sus ciclos con versos aritméticos.

¿Será que he muerto?

Estiro mi mano a través de la ventana, como cuando niño,

y noto la sequía en mi piel,

llamándome.

Miguel Porcel,

22/06/22