Ya no veo TV3

Publicado el 22 febrero 2011 por Taguirre
Ahora si que si, lo han conseguido. Ya no veo TV3, ni el 33 ni la madre que los parió. Desde que los socios de Acció Cultural del País Valencià iniciaron su campaña puerta a puerta, duro a duro, para comprar e instalar los repetidores, han pasado 26 años (era yo una niña y recuerdo a mis padres vender participaciones y lotería y lo que hiciera falta para poder financiar las instalaciones que hicieran posible ver oír y sobre todo flipar con la televisión catalana, sobre todo la de aquel entonces) en los que los ciudadanos de esta Comunitat, de este País Valencià, hemos podido disfrutar de una estupenda televisión autonómica, no confundir con la patética Canal 9. Una Comunitat esta gobernada por un partido, el PP con El Señor de los Trajes al frente, que se pasa la voluntad de los ciudadanos y la libertad de expresión por el forro y la lengua, el juego democrático y la pluralidad política por la entrepierna, con la vil excusa de la absolución electoral (véase caso Fabra en Castellón, las urnas me han absuelto), que no judicial esperemos, que los bendice y les da licencia para hacer y deshacer en este su cortijo, su rancho o como quiera usted llamarlo. Como siempre tirando balones fuera que además la gente, el populacho borreguil, se cree (sino no se entiende que sigan en el poder), la Sra. Sanchez de León, portavoz del Desgobierno Valenciano, dice que las emisiones de TV3 "no se ajustaban a la legalidad vigente". Igualito que las emisoras piratas (véase VH Chanel, TV Nacional, Astrocanal...) que siguen emitiendo impunemente a día de hoy y otras expedientadas multadas con cantidades ridículas, hasta seis veces menos que las emisiones catalanas. No hay espacio para emitir, dice el Consell que culpa al Gobierno Central, para variar, de no darle otro multiplex como ya hiciera con Catalunya (puta envidia, con perdón), cuando en realidad TV3 y compañía se emitía por una frecuencia libre que no usa nadie. Mentiras para justificar el ridículo y lo absurdo de esta decisión como poco arbitraria llena de envidia histórica y complejo de inferioridad. mentiras que ponen de manifiesto "un ataque a la libertad de expresión y al pluralismo democrático", como apunta, mire usted (esto me recuerda a alguien, el octavo pasajero) el alcalde de Ares, del PP, el sr. Fuentes, en la moción aprobada recientemente por su Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Castellón, imprevisiblemente, aprueba también por unanimidad el rechazo y exige, claro como no, el multiplex dichoso, secundando la vulgar excusa del espacio de frecuencias de su jefe máximo, El Señor de Los Trajes, Camps, Paco Camps. ¡No compren aun la parabólica!. El Tribunal Supremo aun no ha dicho la última palabra y como dice Eliseu Climent de Acció Cultural, nos quedan otras instancias europeas. La lucha continua o mejor dicho nunca ha acabado porque durante estos veintiséis años estos señores de Acció Cultural y todos sus seguidores hemos resistido los embistes de la derecha caciquil de este país, el valencià, que prefiere ahogarse en la mierda de su mediocre televisión autonómica, véase Canal 9, ahogada por las deudas, por un jefe acosador de mujeres y una programación todavía patética. Ayer, en Valencia el clamor popular, en Barcelona, en Tarragona, en Burriana, en muchos sitios y este próximo sábado 26 de febrero, en Castellón se convoca una multitudinaria manifestación para rechazar de lleno este despropósito más político que otra cosa que recorrerá la ciudad. No hay que privar al ciudadano de democracia sino dársela a borbotones y fomentar el pluralismo, la libertad de expresión y sobre todo, el poder de elección sin decisiones ridículas y absurdas como dice el sr. Mas, tomadas por un Desgobierno, el valenciano, más preocupado por los próximos votos (próxima entrega: inauguración apresurada de la nueva Fe) que por el bienestar ciudadano.