En las afueras de Uviéo, en un talud arenoso al borde de una pista hay un mínimo de 100 nidos viejos de esta especie. La mayoría están abandonados desde hace tiempo y son sólo el recuerdo de una de las grandes colonias que se encontraban en la zona. Este año no parece que hayan criado mas de 10 parejas, aunque no sabemos si se trata de una recolonización o de los restos de la antigua colonia.
Al situarse en el borde de una pista, alejada de los cauces de agua donde suelen asentarse frecuentemente, se han librado de las crecidas de mediados de junio que ha destruído muchas de las colonias ribereñas.
Hace unos días los adultos aun entraban frecuentemente en seis de los nidos, volando rápidamente y saliendo al poco rato con una bolsa fecal de uno de los pollos en el pico. Pocos días después, la mayoría de los nidos ya estaban vacíos, y solo en cuartro de ellos seguía habiendo actividad. Los pollos ya estaban completamente emplumados y solicitaban el alimento desde la puerta de los túneles.
Cuando los pollos alcanzan este tamaño, las cebas suelen ser más abundantes pero menos frecuentes que cuando son más pequeños. Asimismo, los adultos no suelen entrar en el nido y dan de comer a los pollos directamente desde la puerta.
Ayer mismo, los pollos salieron del nido definitivamente pero aun seguirán siendo cebados por sus padres durante un tiempo, hasta que en un par de semanas todos juntos emprendan viaje hacia el sur.