Últimamente tengo miedo de abrir mis redes sociales. Tengo una razón. Cada vez que lo hago me asaltan nuevas publicaciones bajo el hashtag #YNoPasaNada, una campaña que pretende visibilizar las situaciones de discriminación que sufren nuestr@s niñ@s con diversidad funcional. En ellas se publican experiencias discriminatorias que aportan muchas familias. Leerlas me parte el corazón, me enfada, me recuerda la triste realidad que estamos viviendo todos los días. Y la verdad, es que hay denuncias muy, muy graves y tristes, que nos hacen darnos cuenta de que nuestro sistema social y educativo no está preparado para incluir a estos alumnos y alumnas, que son nuestros hijos y nuestras hijas, y que están muy lejos de que la inclusión se convierta en una realidad.
Que la inclusión es una falacia de las grandes, lo sabemos por experiencia propia desde que Bicho empezó la escolarización. Podría contaros muchísimas situaciones que hemos vivido con él, y entenderíais por qué pensamos así. Desde que el primer día de cole de mi hijo, de 3 años y dictamen de escolarización, nadie le diera de comer en el comedor y por tanto no comiera nada, hasta la discriminación social de sus compañeros, que aún hoy se sigue dando, por poneros solo dos ejemplos. Por no hablar de que el otro día le dejaron encerrado en el baño y se dieron cuenta al rato, cuando lo escucharon llorar a gritos. Estas situaciones, que estamos viviendo desde hace tiempo, me animaron a iniciar el blog Mamá Tiene Mucho Sueño, como medio para denunciar de manera informal (de manera formal ya lo hemos hecho) lo que tenemos que aguantar las familias con niños y niñas de diversidad funcional, y en especial, nuestr@s pequeñ@s.
Ante esto, os podréis imaginar lo que me está gustando la campaña #YNoPasaNada, y lo que sufro leyendo tantos y tantos testimonios que me recuerdan a nuestro caso constantemente. La educación no está preparada para atender a alumn@s con diversidad funcional, y el gobierno no hace nada para paliar esta carencia de formación. En cambio, nos promete una atención individualizada e integral para nuestr@s niñ@s, que a la hora de la verdad no se da porque no hay los medios adecuados para ello (a pesar de tener reconocidos los apoyos en el cole). Y ni siquiera funciona poner en conocimiento de lo que pasa al inspector de zona, porque en muchas ocasiones no hace nada por (ni siquiera) investigar el caso.
Me gustaría mostraros algunas de las denuncias que se han publicado bajo el hashtag #NoPasaNada, recomendaros que sigáis a la cuenta que está moviendo esta campaña, de Belen Jurado, y que os animéis a publicar situaciones de discriminación que hayáis vivido. Confío mucho en que esta campaña sea capaz de crear un cambio, destapar todas las injusticias y abusos que están sufriendo cada vez más alumn@s en las aulas, y que por fin las autoridades competentes miren por los derechos de nuestr@s hij@s, tal y como recoge la ley. Y, para ello, os animo a compartir, a contar vuestras experiencias, a hacer ruido de todo esto. Solo así conseguiremos nuestro cometido y haremos que tod@s est@s niñ@s se sientan seguros en el cole, porque realmente los centros escolares tienen que ser lugares seguros para tod@s y a día de hoy no lo están siendo.
Os incluyo, a modo de pantallazos, algunas de las historias publicadas. Todas las denuncias que os incluyo aquí las podéis encontrar en la cuenta de Belen Jurado. Juzgad por vosotr@s mism@s cómo está la situación. A mi, desde luego, me desgarra el corazón.
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