Y fue a pesar del penalti de siempre, del rocecito, de la mini patadita transformada en patadón para que Cristiano marcara. Solo que esta vez Morata(como hace años Morientes) logró el gol que dejaba fuera al mejor equipo de todos los siglos pasados, presentes y futuros.
Un equipo del que decían que tenía al mejor del mundo, al mejor centro del campo del mundo(poblado de interiores y mediapuntas), y en el que, un año más habían fichado barato y vendido caro(con cuentas que nadie, lógicamente, va a investigar) y a la defensa más limpia del mundo.
Y me mantengo fiel a no vender la piel de ningún oso, pero convencido de que la temporada acabará siendo muy buena.
Y ellos a California, o a China, o a donde quieran ir, a amortizar una plantilla hecha con criterios diferentes a los deportivos, con el cromo que destacaba en cada torneo, con un clima guerracivilista en la portería entre bandos, con un tufo a venganza en cada actuación de Casillas que han acabado por convertir a Iker en un topo, en un flan que echa tierra en su palmarés por su empeño en seguir en un lugar en el que ya está de más.
Ayer, ante una Juve(ojo no nos confiemos) ordenadita, aseada, sin figuras pero sin fisuras, volvió al espíritu de los ancestros, volvieron las cargas de infantería, recuperaron el peso de la historia(que es una historia sobre la que no deberían ni hacer comentarios) para acabar quedándose a un gol, para acabar quedándose remando en la orilla.
Ahora no es tiempo de euforia sino de concentración, tiempo para ir "partido a partido", competición a competición, y con la sonrisa en el rostro, intentar ganarlo todo.
Que el Madrid, tras lo de ayer, seguro que ha salido reforzado.