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Es difícil hacer una reseña de este libro porque para mí ha supuesto diversas sensaciones. Por un lado, empecé con muchas ganas porque estaba leyendo la autobiografía de Claudio, cuarto emperador del Imperio Romano, gracias a las manos de Robert Graves (bueno, mi edición es española).
Pero por otro lado, debo reconocer que me ha costado acabarlo, debido al gran número de personajes y hechos que se entremezclan en un entramado de mentiras, odio, amor, envidia, traición...
Todos estos hechos enriquecen una novela que está basada íntegramente en hechos reales; hechos narrados por el propio Claudio. Claudio es uno de esos personajes que permanecerá en mi mente durante mucho tiempo. Poco sabía de él; casi nada, pero después de meterme en su historia, me ha producido ternura, lástima y admiración. Él mismo se describe como cojo, sordo, tartamudo y algo torpe (en realidad lo era, según él mismo reconoce). No estoy desvelando nada porque en la primera página del libro el protagonista se describe de este modo. Pero también, tenemos delante a un hombre inteligente, sensible, que ha sufrido traiciones e intentos de asesinato. En fin, como podemos observar, la trama es muy interesante y puede atrapar al lector.
A mí me ha costado terminar el libro debido al interminable número de personajes, todos ellos reales, y al gran número de hechos históricos. Otro punto que me gustaría resaltar es que en alguna ocasión pensaba que estaba delante de una novela sin más, porque algunos episodios me parecen poco probables o incluso, llegué a pensar que eran inventados. Pero no, todo verídico cien por cien.
Desde la primera a la última página Yo, Claudio nos narra la historia del personaje homónimo desde su nacimiento hasta casi sus últimos días. Esta novela tiene su continuación en Claudio, el dios, y su esposa Mesalina.
¿Viajamos a la antigua Roma para conocer a Claudio? Yo ya lo he hecho.
Este libro forma parte del reto: Libros olvidados. (Edición de 1934)