En esta ocasión estoy muy de acuerdo con el libro ganador del Premio Planeta 2018: “Yo, Julia” de Santiago Posteguillo
Imagínate las ganas que tenía de leer “Yo, Julia” de Santiago Posteguillo teniendo en cuenta que, para empezar, este escritor está entre uno de mis preferidos y, para seguir, soy absolutamente fan de la literatura histórica y de todo lo que tiene que ver con la época romana. A estas circunstancias podríamos añadir el hecho de que este libro fue galardonado con el Premio Planeta 2018, pero no siempre estoy conforme con las obras seleccionadas como ganadoras (la de 2017, sin ir más lejos, me decepcionó muchísimo) así que no es lo más importante, aunque sí puede considerarse un aliciente. Ya te adelanto que, en esta ocasión, no me ha defraudado lo más mínimo, más bien todo lo contrario. Pero quédate a conocer más sobre este maravilloso libro y su autor.
“Yo, Julia” narra la historia de Julia Domma, una joven siria que se ve recluida en Roma bajo las órdenes de Cómodo, un emperador receloso de los gobernadores de sus dominios que mantiene como rehenes a las familias de los mismos para poder controlarlos en caso de rebelión. Julia está casada con Septimio Severo, gobernador en Panonia y arde de rabia por verse recluida con sus dos hijos en Roma, lejos de su marido, además de tener que sufrir el desprecio y las amenazas veladas del propio emperador, que la tiene en el punto de mira por su carácter inconformista y luchador. Pero llega un día en el que la crueldad y tiranía de Cómodo precipitan una conspiración que termina con su vida y todo empieza a cambiar para Roma, el mundo y… para Julia. Una vez logra volver junto a su marido, ya nada parará a la astuta e inteligente siria que tejerá una complicada red que irá marcando el devenir de la Historia en beneficio de su propia familia. ¿Hasta dónde podrá llegar la ambición de Julia?.
De nuevo, Posteguillo hace gala de un magnífico rigor histórico magistralmente novelado, rescatando a este personaje un poco olvidado en la Historia y situándolo como el centro de la serie de acontecimientos, guerras y cambios que tuvieron lugar tras el asesinato de Cómodo. Con un guiño a la obra de Robert Graves “Yo, Claudio” ya desde el título, Posteguillo va narrando esta convulsa época llena de personajes tan importantes como el médico imperial Galeno, el encargado de recoger y contar la historia de Julia, a la que llegó a conocer muy bien, estructurando su libro en función de los diferentes enemigos que tuvo la joven, empezando por el emperador Cómodo. A Julia le tocó vivir en un época en la que las mujeres no podían gobernar ni comandar ejércitos, pero eso no le impidió usar su inteligencia y poder de persuasión para, sobre todo, ir marcando a su marido el rumbo de acción, con poco margen de error y su capacidad para prever y anticipar los movimientos del enemigo la convirtieron en una estratega difícil de engañar, por lo que este libro saca a la luz los intrincados mecanismos del poder y un caso en el que desde la sombra una persona cambió el rumbo de la Historia.
Por las páginas de este, inusualmente más corto libro de lo que el autor nos tiene acostumbrados (unas 700) desfilan tratados, acuerdos, guerras importantes, traiciones, muertes y nacimientos, siempre con ese toque del autor que logra humanizar los hechos y enganchar así más al lector. Toda una obra maestra que no te puedes perder si te gusta la historia romana o conoces poco de esta etapa. Además, he leído que este libro tendrá una continuación que se publicará en 2020 (ya estoy ansiosa) lo cual tiene todo el sentido, porque “Yo, Julia” no abarca toda la vida de la protagonista y Posteguillo es especialista en novelar la trayectoria vital de sus personajes hasta su muerte, haciéndolo normalmente en trilogías.
No te lo digo más, hazte cuanto antes con un ejemplar de “Yo, Julia” y pásate también a conocer mis reseñas de libros de Santiago Posteguillo como las trilogías de Trajano y Escipión para no perderte lo mejorcito de este autor que está disfrutando actualmente de más que un merecido reconocimiento por su trabajo. Viajar a la Roma imperial es muy fácil con sus libros, pero cuidado con lo que haces o dices, que tu cabeza puede rodar…
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