Yo no necesito un hombre… pero exijo todas las prebendas

Publicado el 22 septiembre 2015 por Elblogderamon @ramoncerda

Creo que fue Marie Curie la que dijo aquello de: «Nunca he creído que por ser mujer deba tener tratos especiales, de creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres, y yo no soy inferior a ninguno de ellos». Una frase que creo que deberían tener muy en cuenta quienes dicen buscar la igualdad, pero que solo buscan prebendas. Bajo mi punto de vista, hay defensores de esa igualdad entre hombres y mujeres que, con su actitud radical, le hacen un flaco favor a las mujeres en general. Nunca he considerado que las mujeres sean inferiores a los hombres, pero desde luego tengo claro que no somos iguales unos y otras, aunque tampoco somos iguales los hombres entre nosotros, ni lo son todas las mujeres entre ellas. Pero las diferencias entre sexos son notables y no necesariamente hay que luchar contra ellas, al menos no contra todas. El otro día estuve escuchando un video (era una mujer joven la que hablaba) y me sorprendió gratamente porque reflejaba muy bien lo que yo pienso al respecto. Esta chica no dejaba de repetir: «Yo no necesito un hombre…».

Yo no necesito un hombre, pero exijo…

Yo no necesito un hombre… pero exijo todas la prebendas.

El video estaba en inglés, pero voy a transcribir lo que sería el texto en español porque creo que no tiene desperdicio:

Yo no necesito un hombre… pero si quedo embarazada exijo que el Gobierno se asegure de que el hombre con el que tuve sexo mantenga al niño sobre el cual no tiene ningún derecho legal.

Yo no necesito un hombre… pero si me divorcio de uno, exijo que el Gobierno lo obligue a darme una porción de su salario por el resto de su vida.

Yo no necesito un hombre… pero si mi exesposo o examante no puede proveer bastante dinero para mis hijos y para mí, yo quiero que el contribuyente nos dé el apoyo que nosotros exigimos.

Yo no necesito un hombre… pero yo exijo que los estándares se bajen y se me den incentivos para que yo pueda competir con hombres en cualquier campo que yo quiera.

Yo no necesito un hombre… pero exijo tener guarderías infantiles gratis y asistencia sanitaria gratis para mis hijos.

Yo no necesito un hombre… pero exijo que me paguen igual que a los hombres, incluso si resulto ser una empleada peor.

Yo no necesito un hombre… pero exijo vacaciones por maternidad a cargo de la empresa.

Yo no necesito un hombre… pero exijo que cualquier lugar donde yo vaya sea un lugar seguro para que mis sensibilidades delicadas no sean ofendidas al oír algo que no me guste.

Yo no necesito un hombre… pero exijo que estas sensibilidades delicadas deben ser protegidas por cualquier medio necesario: presiones sociales, códigos de lenguaje universitarios, leyes de lenguaje de odio…

Yo no necesito un hombre… pero exijo la protección de hombres en el ejército, fuerzas del orden, departamento de bomberos y de todos los hombres civiles en general. Y exijo la entrada en todas las ocupaciones previamente mencionadas con estándares físicos mucho menores.

Yo no necesito un hombre… pero exijo que toda acusación que yo haga en contra de los hombres sea aceptada incondicionalmente por parte de las autoridades.

Yo no necesito un hombre… pero exijo poder entrar en todos los espacios exclusivos para los hombres y exijo que ahí, los hombres cambien su comportamiento para que se acomoden a mi persona y a mis deseos.

Yo no necesito un hombre… pero exijo que las investigaciones médicas y la preocupación popular se enfoque a mis problemas a pesar de que los hombres mueren antes que las mujeres.

Yo no necesito un hombre… pero exijo controles de natalidad gratuitos y diré que hay una guerra contra las mujeres si alguien se opone a pagar por mis elecciones reproductivas.

Y para terminar… yo solo exijo que se obligue a los hombres para que provean todos los servicios que tradicionalmente han proveído en el pasado, pero que ahora lo hagan gratis y con el desprecio de la sociedad, en lugar de con la gratitud de la sociedad.

Acaba la reflexión preguntándose por qué las feministas declaran que necesitan tan poco y sin embargo piden tanto.

¿Es esa la mejor manera de «luchar» por la igualdad?

Ramón Cerdá

Yo no necesito un hombre… pero exijo todas las prebendas was last modified: septiembre 21st, 2015 by Ramón Cerdá